Adicción a la cosmética
Adictos al maquillaje con 12 años: los peligros de la cosmeticorexia entre los adolescentes
La obsesión por el maquillaje y los cosméticos se ha vuelto una preocupante tendencia entre los adolescentes. El dermatólogo infantil Raúl de Lucas expone sus riesgos.
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Barras de labios, serums, correctores, polvos, iluminadores, sombras, lápices de cejas, desmaquillantes... Y la lista podría seguir. La venta de productos cosméticos está en auge: que si para reducir las arrugas, que si para dar más brillo a la cara o que si para atenuar las manchas. Productos que llenan las baldas de los cuartos de baño y cada vez más rostros de adolescentes.
La cremallera de los neceseres de muchos menores de entre 12 y 14 años está a punto de reventar de lo abarrotados que están. Y es que la cosmética parece haberse vuelto una completa obsesión entre estos jóvenes. Una preocupante tendencia cuyo detonante está detrás de redes sociales como TikTok, inundadas de publicaciones sobre contenidos 'cosméticos': un peligroso escaparate por el que los adolescentes miran sin control ni supervisión.
Ante este 'maquillado' panorama, los expertos alertan de un notorio incremento de casos de cosmeticorexia entre los adolescentes, un trastorno que se definiría como la compra compulsiva de cosméticos y la adicción a su uso. ¿El peligro? Que esta práctica no está libre de riesgos. De ahí que los especialistas adviertan que, aunque el cuidado de la piel es siempre recomendable, la rutina de cosmética en la adolescencia debe de estar controlada y limitada.
"Hábitos que no están exentos de riesgo"
"Este tipo de modas, al margen del impacto físico y psíquico que puedan ocasionar, son absolutamente inútiles y sorprendentes", ha explicado al respecto del tema el dermatólogo infantil Raúl de Lucas en una entrevista al programa Espejo Público de Antena 3.
"Son hábitos inútiles que pueden provocar reacciones alérgicas en un futuro"
El dermatólogo se muestra contundente en esta afirmación, ya que "un niño o una niña de diez o doce años no necesita, desde luego, una crema antiarrugas". Y no solo es que no las necesite y esté actuando en balde, sino que "una combinación de productos de higiene, antiaging' o de maquillaje pueden ser irritantes".
"Potencialmente pueden provocar reacciones alérgicas en un futuro", recalca De Lucas antes de recordar que "son hábitos que no están exentos de riesgo".
Hidratación y protección solar
El dermatólogo infantil va en la línea defendida por los expertos en el cuidado de la piel, que insisten en que la piel de un adolescente lo único que necesita son dos cosas: hidratación y protección solar. Luego ya, en caso de que el niño tenga granitos, se pueden utilizar ciertos productos que ayuden a regular la producción de sebo, tales como el ácido salicílico o algún alfahidroxiácido. Pero eso es todo: ni 'eyeliners', ni bases de maquillaje, ni 'glosses', ni nada por el estilo.
De esta manera, el ácido hialurónico no sería lo más perjudicial para la piel del menor, pues "tiene un efecto hidratante y no es irritante", explica De Lucas. El problema se encontraría en otra serie de productos cosméticos, entre los que estarían, por ejemplo, los siguientes: ácido retinoico, ácido glicólico, otros antioxidantes, productos de camuflaje, productos con perfumes...
"En el mejor de los casos son productos que están distribuidos en parafarmacias o en establecimientos que cumplen ciertas normas. Pero yo no me quiero ni imaginar cuando lo compran en bazares, en jugueterías, a través de internet", comenta el especialista. Una preocupación que pone de manifiesto la siguiente realidad: siempre hay que adquirir los productos cosméticos en locales destinados a tal fin.
"Pensamos que la piel va a aguantar todo y..."
Uno de los aspectos a más tener en cuenta en todo este asunto es que la piel no lo aguanta todo. El tejido epidérmico es un órgano tal y como puede serlo el hígado o los riñones y, como tales, debe cuidarse y no someterlo a factores de riesgo.
"No se nos ocurre comer algo caducado y parece que podemos utilizar cualquier producto en la piel"
"Muchas veces pensamos que la piel va a aguantar todo, y es un órgano como otro cualquiera", expone De Lucas, que plantea el siguiente ejemplo: "No se nos ocurre comer algo caducado, por ejemplo, y, sin embargo, parece que podemos utilizar cualquier producto en la piel". Algo perjudicial, sobre todo en "una piel como la de un niño, que tiene una capacidad de absorción mucho mayor y que puede tener patologías como dermatitis atópica o acné, que necesitan un producto de hidratación y de higiene específico".
Educar en los cuidados de la piel
Raúl de Lucas no se muestra partidario de prohibir la venta de productos cosméticos a los menores. En detrimento, él aboga por fomentar la educación. "La gente tiene que conocer los riesgos de determinadas prácticas. La educación, el que tú hables con tu hijo o con tu hija y que le hagas comprender lo absurdo que es que utilice una crema antiarrugas, desde luego, es de cajón", argumenta.
"Igual que insistimos en que no fumen o en que no beban de forma precoz. Recordad que hace unos años los adolescentes empezaban a fumar con doce o trece años. Ahora es algo que nos chirría. El hablar claramente y un poco educar en los cuidados de la piel desde el principio es algo que debemos hacer los padres. Legislar o prohibir, si podemos evitarlo, mucho mejor", recalca.
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