Reconstrucción de una mama

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HOSPITAL DE BELLVITGE E INSTITUT CATALÀ D'ONCOLOGIA

Colocan un dispositivo para irradiar el cáncer de mama desde el interior

Un nuevo acelerador de partículas que emite rayos X de baja intensidad con un brazo robótico coloca la fuente radiactiva en el lecho tumoral, por lo que permite radiarlo directamente. La sesión dura entre 30 y 35 minutos, en los que tratan de separar muy bien la piel del aplicador con la finalidad de evitar al máximo los efectos secundarios dentro de la misma. Para poder acogerse a este tratamiento, los tumores deben tener un tamaño de menos de 3,5 centímetros.

El Hospital de Bellvitge y el Institut Català d'Oncologia (ICO) han probado con éxito en un grupo de pacientes la radiación interna después de la extirpación de un cáncer de mama, mediante la colocación en el lecho tumoral del dispositivo que irradia la zona.

Los responsables del programa, pionero en España, han presentado esta mañana el funcionamiento del sistema, que evita, en los casos seleccionados, la radiación externa durante cinco semanas para radiar el lecho tumoral (el lugar donde estaba el tumor) después de la extirpación. El método consiste en extirpar el tumor y posteriormente aplicar radiación directamente en el lecho tumoral, donde se produce el 90% de las recidivas en pacientes con cáncer de mama.

Para llevar a cabo esta técnica, el hospital dispone de un nuevo acelerador de partículas que emite rayos X de baja intensidad y que tiene un brazo robótico con el que se coloca la fuente radiactiva en el lecho tumoral, que permite radiarlo directamente, según ha explicado la oncóloga Arantxa Eraso. Eraso ha comentado que la máquina permite adaptar la radiación en función del tamaño del lecho tumoral para tener más éxito.

Por su parte, la responsable de Ginecología del Hospital de Bellvitge, María Jesús Pla, ha indicado que "la sesión de radiación dura entre 30 y 35 minutos" y ha apuntado que tratan de separar muy bien la piel del aplicador con la finalidad de evitar al máximo los efectos secundarios dentro de la misma.

a nueva técnica permite reducir la toxicidad y las complicaciones, además de reducir la duración de la terapia, que con el tratamiento convencional supone entre 5 y 7 semanas de radioterapia externa. María Jesús Pla ha explicado que "la calidad de vida de las pacientes es mejor con este abordaje terapéutico" y ha señalado que el sistema se utiliza desde hace meses en otros países europeos, "pero es la primera vez que se plantea en un hospital español".

Por su parte, el director de Oncología Radioterápica del ICO, Ferran Guedea, ha recordado que la aplicación de este tratamiento se basa en un estudio elaborado por diversos centros de EEUU y Europa, entre ellos Bellvitge, a partir del tratamiento de 3.000 mujeres con cáncer de mama.

De éstas, 1.500 mujeres han sido tratadas con el tratamiento habitual, es decir la extirpación del tumor y el posterior tratamiento de radioterapia externa, que puede durar entre cinco y siete semanas y puede incluir tratamiento farmacológico posterior, mientras que las 1.500 restantes han sido tratadas con el innovador sistema. El responsable de Radioterapia externa del ICO ha explicado que para poder acogerse a este tratamiento, los tumores deben tener un tamaño de menos de 3,5 centímetros, los ganglios deben estar sanos y las mujeres deben tener más de 45 años.

Según Guedea, después del tratamiento a los dos grupos de mujeres se ha confirmado que los resultados de los tumores de buen pronóstico son similares en los dos casos y "no hay diferencias en cuanto al control de la enfermedad a los cinco años".

La gran diferencia, según Guedea, es que las mujeres que se han podido tratar con la radioterapia interna han podido hacer el tratamiento en una única sesión, tanto la extirpación como el tratamiento radioterápico, mientras que las mujeres que se han tratado con el método habitual han tenido que ir durante cinco semanas, como mínimo, al centro sanitario para someterse al tratamiento.

El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres, con unos 5.000 casos al año, una cifra que supone un 30% de los tumores que sufren las mujeres. La efectividad de los tratamientos ha aumentado en los últimos años y ya se consigue un 80% de supervivencia a los 5 años.

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