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Secuelas covid

Supera el coronavirus pero pierde la visión en un ojo y le amputan dos dedos de la mano en Reino Unido

Mal Martin puede decir alto y claro que ha sobrevivido al coronavirus. Sin embargo la enfermedad le ha dejado varias secuelas que le acompañarán el resto de su vida. Por eso ha querido mandar un mensaje a toda la población, especialmente a aquellos que aún no se toman en serio la enfermedad.

Mal Martin es una de las personas que han superado el coronavirus aunque sus secuelas le han dejado huella. Este británico de 58 años fue ingresado en el Hospital Princess of Wales de Bridgend el pasado mes de marzo, al principio de la pandemia. Una semana después de su ingreso, los dolores persistían, comenzó a sentirse peor con el paso de los días y los médicos tuvieron que conectarle a un respirador artificial porque sus pulmones no reaccionaban. Estuvo así 61 días.

Durante ese tiempo, a la familia le dijeron que las posibilidades de Mal Martin de sobrevivir a la covid-19 eran "casi cero". Hoy el protagonista de esta historia cuenta su experiencia con una sonrisa en la cara no sólo porque ha logrado vencer al virus sino porque ha demostrado que los pronósticos iniciales estaban equivocados.

Del coma inducido a luchar por su vida

Sin embargo, el camino hasta conseguir este "milagro" no ha sido fácil, más bien lo contrario. En una entrevista a la BBC, Mal Martin confiesa que su salud llegó a pender de un hilo. Su situación era tan crítica que hasta su familia se despidió de él antes de inducirle en coma. "Mi consultor me dijo que mi esposa y mis hijos vinieron a despedirse y eso realmente me impactó".

Para Mal Martin las dos primeras semanas se han borrado completamente de su mente, él las define como "un espacio en blanco". En un momento, al igual que los médicos, él también perdió la ilusión y pensó que su tiempo había terminado. Sin embargo, sus ganas por seguir luchando fueron mayores y logró salir de esta terrible experiencia.

Ahora este superviviente del SARS-CoV-2 siente que todo su mundo ha cambiado pero al mismo tiempo se está volviendo "más fuerte". Tras la enfermedad solamente puede caminar "hasta cierto punto", sufre mareos constantes, tiene problemas con sus pulmones y riñones y lo peor, ha perdido la visión de un ojo y le han tenido que amputar dos dedos de la mano, el pulgar y el índice, pero está vivo y podrá ver crecer a sus hijos.

"La gente todavía no hace caso"

Por todo ello ha querido contar su la pesadilla que ha sufrido y concienciar a la población, principalmente a las personas que no se toman en serio la pandemia de coronavirus. "Es una enfermedad horrible y creo que si pudiera tener algún deseo, sería que todo desapareciera. Realmente me asombra que haya tanta gente perdiendo la vida, tanta gente en la misma posición en la que yo estoy y en peores condiciones y todavía no hace caso y no comprende", señala.