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TRAS SEIS AÑOS | GRAVEMENTE LESIONADA
La pequeña Alba, apalizada por su padrastro, vuelve con su padre
El padre de Alba, Álvaro Luis Caldas, ha celebrado que "lejos de todo pronóstico, Alba se ha convertido en una mujer", pese a que los médicos que la trataron llegaron a diagnosticarle un estado de muerte cerebral.
Alba, la niña de Montcada i Reixac (Barcelona) que quedó gravemente lesionada tras recibir una brutal paliza de su padrastro en marzo de 2006 cuando contaba con apenas cinco años de edad, ha empezado a pasar los fines de semana con su padre biológico, tras lograr recuperarse "inesperadamente" en un centro de acogida especial.
Desde la pasada Navidad, la pequeña pasa los fines de semana en casa de su padre, en Ontiñena (Huesca), y está previsto que en un breve periodo de tiempo pueda dejar de ser tutelada por la Generalitat, que garantiza el cuidado de la menor en un centro de Cataluña cercano a la frontera con Aragón, al que fue trasladada el año pasado para estar más cerca de su progenitor.
Alba, cuyo caso conmocionó a la opinión pública y provocó un endurecimiento del sistema de detección de maltrato infantil, sufre un grave deterioro de las funciones cerebrales y parálisis total de la parte derecha del cuerpo, por lo que se debe desplazar en silla de ruedas y depende totalmente de terceras personas, como va a seguir sucediendo en el futuro.
"Su mano izquierda le permite dominar la silla en espacios amplios y me acompaña a pasear y a comprar al supermercado, algo que le gusta mucho", ha explicado Caldas, describiendo a Alba como una niña muy alegre y cariñosa.
Los fuertes golpes que su padrastro le asestó en la cabeza le causaron un trastorno del lenguaje --escrito y verbal--, aunque actualmente puede comunicarse mediante algunas palabras, gestos y pictogramas.
"Tiene un libro con el que puede expresar sus sentimientos y hablar con la gente. Si quiere ir al lavabo lo indica señalando el dibujo de un inodoro o si algo le gusta mucho marca una cara sonriente", ha relato el padre, concretando que Alba entiende todo lo que se le dice y empieza a articular frases.
La pequeña, que estuvo tres meses ingresada en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, tiene una discapacidad del 90%, aunque su progenitor insiste en que "ha mejorado mucho" desde que le dieron el alta hospitalaria.
Aún así, ha recordado que Alba puede sufrir complicaciones en cualquier momento debido a la pérdida de hueso craneal, que le provoca un bajo nivel de defensas y le facilita posibles infecciones.
La Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia), responsable de la tutela de Alba, ha valorado "muy positivamente" la actitud y la colaboración del padre biológico, aunque ha recordado que la niña requiere de un centro de atención especial que no existe en Huesca, por lo que el traslado definitivo al domicilio aún deberá esperar.
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