Nord Stream

Francisco del Pozo, portavoz de Greenpeace, sobre las fugas de Nord Stream: "Es un chapapote invisible, una bomba climática"

Suecia ha detectado este jueves una nueva fuga en el gasoducto ruso, que se suma a las tres de este martes. Las consecuencias medioambientales preocupan a la Comunidad Internacional.

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Suecia ha detectado una nueva fuga en los gasoductos de Nord Stream que se suma a las tres detectadas esta semana y que han sido tildadas de sabotaje por parte de la Unión Europea.

Con esta, son ya dos las fugas que hay en cada gasoducto de la zona danesa y de la zona sueca, unas emisiones que preocupan a la Comunidad Internacional y a las organizaciones ecologistas como Greenpeace. Su portavoz, Francisco del Pozo, en una entrevista para 'Antena 3 Noticias', ha denunciado las consecuencias medioambientales que este escape de gas puede provocar. "Son verdaderas bombas climáticas", ha explicado. "Cada molécula de gas metano que sale de esas tuberías y que no se puede parar al estar bajo al mar es 84 veces más potentes que una de CO2".

A modo de ejemplo: las emisiones serían las mismas que toda la flota de vehículos de España circulando, al menos, durante un año seguido.

Es por ello por lo que desde la ONG ambientalista ponen sobre la mesa el desastre que supone el vertido de este gas al mar. "Si hubiese sido una tubería de petróleo todos veríamos una gran mancha negra que hubiese atacado y afectado a la fauna, pero esta es un chapapote invisible que es igual de dañino, no quizás para la fauna local y cercana al tubo, sino para todo el ecosistema planetario".

Asimismo, asegura que, a día de hoy, las consecuencias en la fauna marina a nivel local son desconocidas. No obstante, asegura que la construcción de los gasoductos ya afectaron a la zona con la trinchera realizada en el fondo marino, "Es una zona ya degradada", detalla al tiempo que pone sobre la mesa la dificultad de cortar esas fugas.

Explica que las tuberías que van bajo el mar no tienen válvulas ni sistemas que permitan "parar o sectorizar" la circulación de combustibles. Además, muestra el riesgo que habría en caso de acercarse a ellas: "Ahora mismo no se puede. Con la cantidad de gas que está saliendo no se puede acceder a ella de manera segura. Cualquier vehículo que se acercarse podría explotar".

Es por todo ello por lo que desde Greenpeace exigen dejar de usar este tipo de combustibles y apostar por las energías verdes y renovables, que no produzcan, al igual que el metano, el efecto invernadero.

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