Elecciones municipales y autonómicas: ¿qué posibilidades hay de un cambio político en Sevilla?

Sevilla será una de las batallas electorales más interesantes y cruciales que políticamente se plantean este próximo 28 de mayo. Y eso, por dos razones fundamentales: porque para el PSOE la capital andaluza tiene un significado mucho más profundo que el de un simple emblema de su poderío electoral y el santo y seña de su propia historia y, en sentido contrario, porque para el PP de Juanma Moreno ganar en Sevilla asentaría definitivamente la ola del cambio político para la que ya no habría vuelta atrás en Andalucía y que él mismo inauguró con su aplastante mayoría del pasado año.

Sevilla es la ciudad con mayor población que los socialistas gobiernan actualmente en España, aunque Juanma Moreno hizo doblete en las pasadas autonómicas de junio de 2022 y obtuvo la victoria tanto en la capital como en la provincia por primera vez en toda la historia del PP. Y en esa encrucijada de sentimientos, propuestas partidistas y cálculos electorales al por mayor, ambos partidos se juegan el todo por el todo en un resultado que puede condicionar la evolución futura de sus siglas y la de sus propias estrategias políticas para los próximos años.

Mayoría por bloques

Y todas las posibilidades están a día de hoy abiertas. O, para ser más precisos, solo lo estarán dos de ellas: que finalmente gobierne el bloque de izquierdas que conformarían PSOE y la coalición Con Andalucía (que integra Podemos, IU y Más País), o que gobierne el PP con el apoyo de Vox.

Todas las encuestas publicadas hasta la fecha dibujan un panorama similar en el que ninguno de los dos partidos alcanza la mayoría suficiente para poder gobernar en solitario, pero todas ellas reproducen de igual modo la idea de que la batalla será tan encarnizada que la diferencia apenas estará en unos cuantos miles de votos -aproximadamente en torno a los 5.000 podrían ser los decisivos- y que el porcentaje de votos no excederá del punto o el punto y medio de separación entre ambos partidos.

La encuesta del CIS de Tezanos otorgaba recientemente una mínima victoria a los socialistas (entre los 14 y los 15 concejales) que, en todo caso, necesitarían de la concurrencia como aliado de Con Andalucía y sus potenciales 3 concejales para alcanzar los 16 que suman la mayoría del gobierno municipal.

En la parte opuesta, el CENTRA, el llamado CIS andaluz que periódicamente encarga la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, vuelca del lado de los populares la posible victoria (con una horquilla de entre 13 y 14 concejales) de manera que, en el mejor de los casos, el PP podría formar gobierno con los 2 concejales que se le atribuyen a Vox.

El término medio, lo establece la encuesta publicada por Antena 3, realizada por Sigma Dos, en la que el resultado está tan abierto que cualquiera de las dos formaciones podría gobernar en coalición con un tercer partido y con tan solo un concejal de diferencia hacia uno u otro bloque. Globalmente, la encuesta de Antena 3 otorga un reparto de entre 13 y 14 concejales para el PSOE, entre 12 y 13 para el PP, 3 a VOX y 2 a Con Andalucía.

Un viejo dicho marinero sentencia que lo que hay en la mar son peces y lo que hay en la cesta, pescado, lo que trasladado a las encuestas electorales significa que solo el 28 de mayo, con las bodegas del barco debidamente contabilizadas por el Centro de Datos, se conocerá a ciencia cierta el resultado, dado lo ajustado de todas las proyecciones demoscópicas realizadas hasta la fecha. Y entre peces y pescado, en ese resultado final, caben también tres o cuatro claves importantes que en este momento conviene destacar.

La primera de ellas es qué pasará con los restos de Ciudadanos. De los cinco partidos que actualmente tienen representación en el salón de plenos, solo cuatro alcanzan posibilidades ciertas de repetir en el próximo mandato.

A los ya conocidos PSOE, PP, Con Andalucía y Vox, se suman además las listas de Ciudadanos y de Adelante Andalucía a las que ninguna encuesta concede ni un solo concejal. Las sondeos aseguran de forma generalizada que ambas formaciones desaparecerán del terreno político municipal.

Adelante Andalucía porque, al presentarse en solitario, rompe con la coalición de izquierda en la que hasta ahora había concurrido conjuntamente. Su futuro local es una incógnita, pero su resultado en las urnas, por mínimo que sea, puede restar un número significativo de votos que a la postre podría resultar imprescindible para poder formar gobierno a la izquierda del actual alcalde socialista, Antonio Muñoz.

La segunda clave es Ciudadanos. También las encuestas dan por finiquitada a la formación liberal que actualmente disponía en el Ayuntamiento sevillano de cuatro concejales. La pregunta es hacia dónde irán a parar todos esos votos, casi 40.000 en las pasadas elecciones locales, y hacia qué lado de la balanza, a izquierda o a derecha, decidirán su peso trascendental.

Y la tercera clave sevillana será la fuerza de Vox. No es extraño que muchos analistas establezcan que dada la igualdad entre los dos principales cabezas de cartel de PSOE y PP, tan importante o más puede llegar a ser finamente el lugar que ocupe un tercero en discordia, de manera que el resultado del partido que ostente la tercera posición en estas elecciones puede ser determinante para formar gobierno. Y no cabe duda de que Vox es un partido levemente al alza según indican todos los sondeos.

Solo Sevilla

"Sevilla y solo Sevilla" es el lema de campaña del actual alcalde y candidato socialista Antonio Muñoz. Un más tradicional "El cambio que necesita Sevilla", el del candidato popular José Luis Sanz. Ninguno de los dos ha concurrido hasta ahora a unas elecciones como cabeza de cartel en la capital de Andalucía.

Muñoz se hizo cargo de la alcaldía en enero de 2022, tras la encomienda de Juan Espadas que abandonó el timón municipal para hacerse cargo de la secretaría general del PSOE andaluz y, más o menos por las mismas fechas, José Luis Sanz abandonaba el cargo de regidor del municipio metropolitano de Tomares para postularse como candidato al Ayuntamiento de la capital hispalense. De hecho, ninguno de los 11 candidatos que se presentan por Sevilla, según consta en el Boletín Oficial de La Provincia, ha ganado nunca unas elecciones en esta ciudad.

O sea que, aunque veteranos en política, todos son novatos en el específico terreno de ser alcalde compitiendo por sí mismos. Y de todos esos candidatos, solo Cristina Peláez, la representante de Vox, repite en este menester, al haber sido anteriormente candidata de su formación en las elecciones de 2015 y de 2019. Solo ella se ha enfrentado en un pleno municipal al actual alcalde Muñoz, puesto que esa circunstancia aún no se ha llegado a producir en el caso de José Luis Sanz.

Darse a conocer entre sus vecinos y potenciales votantes ha sido, por tanto, la prioridad de la mayor parte de los candidatos. Y cada uno concentra sus esfuerzos en los barrios más populosos de la ciudad y de mayor trascendencia para sus propios intereses electorales.

Para todos es clave movilizar a ese alrededor del 25% de votantes que no tomarán su decisión ante las urnas hasta última hora y que decantarán hacia uno u otro lado las probables mayorías.

Sanz quiere ser el tercer alcalde popular de la ciudad, tras Soledad Becerril y Juan Ignacio Zoido; Muñoz, repetir en el cargo que heredó por una extraordinaria eventualidad de la fortuna. Los dos juegan sus bazas lo mejor que saben y pueden, con las estrategias de sus respectivos partidos cargadas hacia la ciudad que más claramente es paradigma de los éxitos o de los fracasos políticos.

Solo en la mañana del 17 de junio, cuando se constituya el primer pleno municipal y se vote por mayoría absoluta a uno de sus concejales electos o, en segunda instancia, al primero de la lista más votada, se sepa con certeza quién estuvo más o menos acertado en esta campaña. Y en algún caso particular, puede que sea para siempre por aquello de que el que va a Sevilla… puede que no vuelva a disponer de una nueva oportunidad.