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Cambio pesetas

2020 será el último año para canjear las pesetas que aún guardemos por euros

El plazo para realizar esta operación en el Banco de España o en cualquiera de sus sucursales expirará, concretamente, el 31 de diciembre de 2020. Según datos de noviembre de este año, falta por canjear la cantidad de 791 millones de euros.

La peseta fue la última moneda en circulación antes de que adoptásemos la moneda única europea, el euro. De eso hace ya 18 años, pero hoy el Banco de España ha querido recordar que 2020, el año que entra, será el último para canjear las pesetas que todavía podamos conservar. Esta antigua moneda nació en 1886 tras el derrocamiento de Isabel II por lo que acabó circulando más de un siglo hasta enero de 2002.

El plazo que otorga el Banco de España para canjearla por euros, en su sede o en cualquiera de sus sucursales, es hasta el 31 de diciembre de 2020 y no hay límite de cantidad, aunque eso no quiere decir que no se vaya a aplicar la legislación en vigor para evitar el blanqueamiento de capitales. El 30 de junio de 2002 expiró el tiempo para realizar esta operación en cualquier sucursal bancaria.

¿Qué es lo que exactamente podemos canjear? En primer lugar, todos los billetes de peseta que sean posteriores a 1939, aquellos que fuesen expedidos entre 1936 y 1939 serán analizados por expertos. También las monedas que estuviesen en circulación en el periodo del 1 de enero de 2002 ya que todas las anteriores fueron sustituidas en 1997. Finalmente, también se podrán canjear todas las monedas conmemorativas, de colección y especiales.

Según datos del Banco de España, en noviembre de 2019 todavía quedaban por retirar 1.610 millones de euros (48.750 millones de pesetas) lo que supone el 3% del saldo total que se encontraba en circulación al cierre del 2001. En valor, estaríamos hablando de que todavía quedan por canjear 791 millones de euros.

Cuando se anunció el paso al euro y la consiguiente retirada de la peseta de la circulación, a fecha del 28 de febrero de 2002 que era cuando aún coexistían ambas monedas, se había retirado de circulación el 86% del saldo. Desde entonces la afluencia de personas que acudían a cambiar de moneda descendió notablemente hasta mantenerse en niveles muy bajos.

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