Arantxa Sánchez Vicario

Gestores y administradores coinciden: el exmarido de Sánchez Vicario se ocupaba de sus asuntos económicos

Durante la última sesión del juicio contra la extenista y su exmarido todos han coincidido en que era Santacana y no ambos quienes se ocupaban de los asuntos económicos.

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La campeona del tenis y número 1 del mundo en 1995, Arantxa Sánchez Vicario se sienta en el banquillo. Gestores y administradores han asegurado este miércoles que su interlocutor para los temas económicos era siempre el exmarido de la exjugadora. Él ha presentado -como prueba- una carta personal que ella le escribió. La Fiscalía acusa a Sánchez Vicario y a su exmarido Josep Santacana de un delito de alzamiento de bienes o de insolvencia punibles.

Gestores y administradores coinciden en que era el exmarido el responsable, que nunca se trataron los asuntos económicos con la campeona. La carta presentada por Santacana es personal. En ella, Arantxa Sánchez Vicario le dice que quiere continuar la relación y que le agradece los 10 años que han pasado juntos. También le agradece en la carta el trabajo y la labor que ha hecho por ella durante este tiempo. El abogado de Santacana señala que la extenista no dice la verdad.

"Con la señora Sánchez Vicario, instrucción de ella ninguna. Yo recibía las instrucciones del señor Santacana ", ha manifestado en la sesión Francisco de Paula, administrador de sociedades. El abogado Buenaventura Castellanos ha aseverado que "yo las instrucciones y lo que sucedió a posteriori lo recibí del señor Santacana, no de ella".

Sánchez Vicario defiende que lo gestionaba su exmarido

Arantxa Sánchez Vicario se defendió asegurando que "yo nunca he gestionado ese patrimonio porque desconozco cómo se hace. Me he dedicado al tenis y siempre me he fiado de terceras personas y en estos momentos era mi marido, la persona que ha estado a mi lado, y en ese momento es quien gestionaba todo".

La Fiscalía pide cuatro años de prisión. En sus calificaciones, la fiscalía sostiene que Sánchez Vicario, "bajo las consignas" de su exmarido y en colaboración con otros 5 acusados, "idearon un plan consistente en descapitalizar su numeroso patrimonio" para eludir la deuda que tenían con el Banco de Luxemburgo.

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