Rafael Martins marcando un gol

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Rafael Martins recupera la sonrisa del '9'

Reapareció con gol, tras tres meses lesionado, para conseguir un punto para el Levante.

Hubo que esperar a la jornada 14, tras anotar el definitivo empate a uno ante el Getafe, para volver a contemplar la sonrisa más auténtica de Rafael Martins, esa que tanto caracteriza a un ‘9’ que respira por sus goles, la que reúne en un solo gesto la alegría y la rabia de todo delantero loco por marcar. Habían pasado 83 días, los transcurridos desde que se lesionara en Málaga en la tercera jornada.

El brasileño firmó por el Levante por tres temporadas en el mercado de verano, trayendo bajo el brazo un aval esperanzador: 16 goles en el Vitória Setúbal. La afición levantinista se ilusionó desde el primer momento con la posibilidad de que Martins recogiese el testigo triunfal y goleador que en su día habían tomado Felipe Caicedo, Arouna Koné u Obafemi Martins.

Volvió con gol
Pese a que la mala suerte en el apartado físico pudo generar cierta impaciencia, la afición granota supo esperar al punta, que despejó precozmente cualquier posible interrogante: saltó al césped en el minuto 60 y en el 72’ ya se estaba colando entre los dos centrales para cabecear a gol un preciso centro desde la banda izquierda de Nikos. 12 minutos bastaron, pese a la inactividad, para que goleara un delantero que acaparó elogios por la potencia con la que se llevó por delante con su salto a dos defensas rivales.

El ‘9’ no dudó en dedicar el tanto a toda la afición, que le ha apoyado durante el largo proceso de recuperación de una lesión que él mismo califica como “lo más duro de mi carrera deportiva”. Martins también agradeció la labor de los servicios médicos y el cariño de una afición que se ha mostrado muy cercana desde que desembarcara en Twitter (@9RafaelMartins), canal por el que fue informando periódicamente de sus sesiones de trabajo y sus progresos.

Al final del partido, pese a no estar del todo contento por el empate, su cara era la viva imagen de la alegría y de la tranquilidad: “me siento muy bien, es un buen gol para coger confianza después de tanto tiempo. Me he quitado 100 kilos de mi espalda con ese gol que no ha tenido tanta importancia como otros goles que he marcado, pero que voy a recordar durante toda mi carrera por el significado que tiene para mí", explicó mientras, seguramente, pensaba ya en su próxima víctima: el Córdoba.

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