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REPASO A LA HISTORIA DE LA SELECCIÓN

Pepu Hernández: "Las medallas se pueden olvidar, pero las buenas sensaciones de este equipo no"

Trece años después, España volverá a jugar una final del Mundial de Baloncesto. Después del oro de Japón, del que participaron Rudy Fernández y Marc Gasol, la Selección siempre había perdido en cuartos de final. Pepu Hernández destaca "la familia" como clave del éxito.

Pepu Hernánez fue el entrenador del último oro mundialista de la Selección española de baloncesto y, junto a nuestro compañero, Raúl Meda, ha recordado los buenos momentos de hace 13 años en Japón y la actualidad del Mundial de China 2019.

A pesar de las 11 medallas en 13 años de la Selección española de baloncesto, hacía precisamente 13 años que España no llegaba a unas semifinales de un Mundial. La última vez fue en Japón, cuando la Selección se proclamó campeona frente a Grecia, en un Mundial para la historia.

Pepu Hernández, entrenador del momento recuerda para Antena 3 Deportes lo que significó conseguir el oro: "Las medallas puede ser que se vayan olvidado, pero las buenas sensaciones que tuvimos en aquel momento o en este instante con la Selección. Esas no se olvidan", advierte.

Tampoco hay que olvidar que en aquella final no estuvo Pau Gasol, lesionado en semifinales: "Estaba el equipo muy fastidiado, pero no porque perdiéramos a Pau Gasol, sino porque un amigo suyo no iba a disfrutar con ellos de esa final".

Del actual equipo, únicamente Marc Gasol y Rudy Fernández, vivieron aquel oro, que significó el comienzo de una historia llena de éxitos pero, sobre todo, de valores y de amistad.

"Somos una familia y de las que se lleva bien. Son tremendamente competitivos, pero sobre todo es gente que disfruta, de su competición, amistad y compañerismo", apuntó.

¿Qué hacía Pepu durante la semifinal? Como concejal del Ayuntamiento de Madrid, estaba oficiando una boda: "Resultó muy gracioso, porque pude oír algunas veces, ver un poquito de partido...¡hasta el padre de la novia me daba el resultado!".

Mañana será otro día, nada podrá distraer ni a Pepu ni a nadie del deporte que él nos enseñó: el BA-LON-CES-TO.

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