Tras conocer que padecía un cáncer de colón y otro de pulmón, el periodista José Luis Alvite, tuiteaba con su estilo particular la noticia: "Me han diagnosticado un cáncer de pulmón y otro de colon. Nunca pensé que envidiaría el estado de mi coche".
Así lo tuiteó con su estilo habitual, cargado de humor negro, y después lo abordó en una carta publicada en la contraportada de La Razón, diario que lo tenía entre sus articulistas y que ha informado de su fallecimiento. "Me levantaré cada mañana con la esperanza de que la muerte siga dormida", prometió a sus seguidores hace unos meses, cuando iniciaba la batalla contra la enfermedad que le había sobrevenido, pero la muerte se despertó en mala hora y se llevó a este ingeniero de las letras, siempre retorcido y fiel al humor negro, que seguirá vivo para sus incondicionales seguidores.
"La vida es una mala costumbre de la que cuesta desprenderse", decía el extravagante y romántico escritor, quien reconocía que nunca se le había dado bien "la lucha" y que "la vida" le "enseñó a pelear siempre acostado porque esa es la única manera segura de no caer". La desgarradora misiva recogida por La Razón iba dirigida a Carlos Herrera, quien le puso voz en su programa radiofónico, del que José Luis Alvite era colaborador. Como periodista, él no esperaba a que le llegaran las historias, salía a perseguirlas. Después, emergió la figura del escritor que hacía real cada ficción que narraba.
En cada artículo, era capaz de retorcer las palabras hasta cerrar una frase célebre, una de tantas que serán inolvidables. Al polifacético escritor, que durante muchos años compaginó su pasión periodística y literaria con su trabajo como empleado de banca, se le otorgó el 25 de enero de 2014 el premio periodístico Diego Bernal, aunque él no pudo acudir a recogerlo al Hotel Puerta del Camino de Santiago de Compostela.
Mientras seguía su lucha, periodistas y amigos le trasmitieron fuerzas en forma de elogios hacia el arquitecto de metáforas encriptadas. El premio, que lleva el nombre de un reportero fallecido que fue delegado de la Agencia EFE, reconocía su fecunda trayectoria profesional. Nieto, hijo y sobrino de periodistas, Alvite tenía marcada una frase de su padre: "Hay dos maneras de estropear la letra, hijo, la masturbación y el periodismo, así que tú verás". Y él, como relató en el libro "Historias del Savoy", se dedicó al "periodismo, que, sobre la masturbación, tenía antes la ventaja de que no había que bajarse los pantalones". El Correo Gallego, La Voz de Galicia, La Razón, Diario 16, Faro de Vigo, La Opinión de A Coruña o La Nueva España recogieron sus textos. A Alvite, apasionado de Sinatra, de Scorsese y Woody Allen, "jamás" le "tentó la notoriedad", pero, allá donde vaya, la tendrá.