Más de 200 agresiones sexuales, 92 homicidios y 116 robos con violencia han sido resueltos por la Policía Nacional el pasado año gracias al ADN, una herramienta que ya es clave para el esclarecimiento de los casos más complicados y, por tanto, cada vez más demandada.
Su mayor perfeccionamiento y su eficacia han convertido a la técnica de análisis por ADN en un método fiable para resolver con éxito delitos contra las personas o para lograr identificar a cadáveres de catástrofes o accidentes como el del tren de Santiago, donde la Policía identificó en poco más de dos días a las 78 víctimas mortales del siniestro del Alvia.
Precisamente esto pudo lograrse por el estreno en este suceso de una actualización del software de la base de datos del ADN, de manera que ya se pueden introducir en ella perfiles con su correspondiente árbol genealógico. Así, si varias personas buscan a un familiar desaparecido se introducen sus perfiles en la base especificando el vínculo que cada uno tiene con la víctima, lo que agiliza la búsqueda, que ya no tiene que hacerse cotejando cada perfil individualmente.
Según la Dirección General de la Policía, este cambio permitió concluir en poco más de dos días la identificación de las 78 víctimas mortales del accidente de Santiago, ocurrido el pasado 24 de julio. La especialización de los investigadores y la mejora de los equipos técnicos da cada vez mejores resultados con menos material, según ha explicado la comisaria Gemma Barroso, jefa de la Unidad Central de Análisis Científicos de la Policía Científica.
Los avances hacen cada vez más fiable y ágil la identificación mediante ADN y esta técnica es cada vez más demandada: de mil muestras analizadas a principios de los años 90 se ha pasado a 25.664 informes genéticos en 2013 que han propiciado la identificación de 2.679 autores de delitos y al esclarecimiento de 2.890 hechos.
El año pasado también se efectuaron 16.454 reseñas genéticas de sospechosos, detenidos o imputados en delitos. Parte de los resultados obtenidos se deben al intercambio de información con doce países europeos firmantes del Tratado de Prüm, por el que se ha compartido información en más de 200 asuntos relacionados con homicidios, agresiones sexuales, narcotráfico, secuestros o delitos contra la propiedad.
Esto permite encontrar a delincuentes aunque huyan lejos del lugar en el que han cometido el crimen, como demuestra el hecho de que este año se haya identificado al autor de un homicidio ocurrido en Madrid en 2001 tras hallarse su perfil genético indubitado (sin posibilidad de duda) en la base de Holanda.
También se ha identificado a los autores de varios robos con fuerza en joyerías de España y Andorra al cotejar los perfiles genéticos indubitados registrados en Rumanía y Francia, y se ha dado con el supuesto autor de una agresión sexual cometida en España en julio de 2012 cuyos datos estaban en Austria. A lo largo de 2013 los expertos en genética de la Policía Científica también han efectuado 500 requerimientos de cotejo o inclusión de perfiles internacionales a través de Interpol.
