Un ejemplar de "ballena enana", especie conocida como "rorcual aliblanco", ha sido avistado estos días frente a la costa de Murcia, lo que constituye un hecho extraordinario, pues no había constancia de la presencia de estas ballenas en una zona tan al norte del mar Mediterráneo.
"Que sepamos, no hay ningún registro de un avistamiento tan septentrional en este mar", ha afirmado la alumna de doctorado de Ciencias del Mar de la Universidad de Alicante Rosa Canales, quien prepara su tesis sobre cetáceos. El rorcual aliblanco, que mide menos de 10 metros y pesa como máximo 10 toneladas, es conocido también como "ballena enana", aunque su nombre científico es "balaenoptera acutorostrata". "Se trata de una especie común en el hemisferio norte, pero rara en el Mediterráneo, al que llega a través del Estrecho", ha explicado Canales. "Aunque de vez en cuando el mar arroja ejemplares muertos, es algo excepcional verlos vivos" y más aún en aguas tan al norte del Mediterráneo, ha añadido la estudiante alicantina.
El avistamiento se produjo hace unos días durante la travesía que un grupo de la Facultad de Ciencias, a bordo de una goleta de dos palos, realizó en aguas de Murcia frecuentadas por delfines y ballenas, han informado fuentes de la Universidad de Alicante. El ejemplar, que medía unos siete metros, fue avistado frente al Cabo Tiñoso, entre las localidades murcianas de Mazarrón y Cartagena. Al estar considerada una especie "poco amenazada", según ha afirmado Canales, sus capturas están autorizadas, "en teoría para propósitos científicos, lo que la convierte en la ballena más cazada".
La presencia de este grupo de estudiantes en aguas de Cabo Tiñoso está relacionada con un informe científico de la Universidad de Alicante, dirigido por la profesora Francisca Giménez Casalduero, que aboga por establecer un reserva marina en esta zona. Entre las riquezas "ecológicas y de biodiversidad", se destaca que ésta es una de las zonas más importante del Mediterráneo español para refugio en la migración de determinados cetáceos, como los calderones y los cachalotes, y algunas especies de delfines. Esto se debe, según las citadas fuentes académicas, a la existencia de una zona de fondo marino de características geológicas especiales, denominadas "cañones submarinos", a uno o dos kilómetros mar adentro y una extensión total de alrededor de unas 3.000 hectáreas.