Incertidumbre entre los propietarios de apartamentos y bungalows del sur de Gran Canaria. El nuevo plan de ordenación de San Bartolomé de Tirajana está generando una oleada de alegaciones porque los propietarios temen que les multen por usar sus inmuebles como residencia y no para la explotación turística. Hay 17 mil personas que residen y están empadronados en apartamentos y no son turistas.
Quien tenga un apartamento o un bungaló en Maspalomas, Playa del Inglés o San Agustín se enfrenta a un problema. El Plan General del municipio cataloga ese suelo como turístico y un decreto ley dictado por el gobierno canario obliga a que esos inmuebles tengan un único destino: el de la explotación turística. Y no el residencial.
En toda esta franja turística hay 17 mil personas empadronadas. Es decir, tienen como primera residencia un apartamento o un bungaló.
A pesar de la alarma, el alcalde dice que el plan general no dictará el uso que cada uno tenga que hacer de su propiedad.
Sin embargo, Juan Alberto considera que la ley canaria podría obligar a las comunidades de propietarios a ceder los derechos de explotación a turoperadores.
Los vecinos afectados están alarmados por las consecuencias que puede tener la aprobación del plan general de la capital turística de Gran Canaria. Por ello, no dejan de presentarse cada día alegaciones al plan general que todavía está en exposición pública.
Juan Francisco y Luisa acaban de confirmar que son afectados por el nuevo plan del sur que prohíbe a 17.000 vecinos el uso residencial de sus casas.
Ellos compraron su propiedad en este complejo hace 9 años. Aseguran que nadie les informó que ocupaban una parcela turística.
Afirman que esta situación les está generando una gran angustia.
Un miedo generalizado que también se percibe en el complejo contiguo.
En el mismo caso se encuentran José Vicente y Beni, que dejaron su Bilbao natal hace 8 años para vivir en esta propiedad que habían adquirido.
Los vecinos manifiestan que están dispuesto a lo que sea para defender sus propiedades.
