Dos encapuchados entran en una casa armados con pistolas

Entraron aprovechando una puerta abierta, encapuchados y armados con dos pistolas con silenciadores.

Ocurrió el 29 de abril, pero este empresario del sur de Gran Canaria todavía tiene en la cara la huella de los golpes. Los ataron a él y a su hijo de 20 años. Desvalijaron la caja fuerte, pero querían más y recurrieron a la tortura.

Tras dos horas de pesadilla se marcharon. Media hora después el empresario pudo desatarse, liberar a su hijo y llamar a la policía. Lo importante, dice, son las secuelas psicológicas.

Ha tenido que reforzar las medidas de seguridad y pide precaución a las familias y más vigilancia a las autoridades.

Para él y su familia la seguridad es ahora una prioridad.