En el tablero hay cuatro colores y comienza el juego. El más votado, el Partido Popular, sólo formaría gobierno con otro grupo, con una condición: ostentar la presidencia.
PP y Coalición Canaria podrían pactar, pero es muy improbable que Paulino Rivero acepte la vicepresidencia. Aunque los nacionalistas se se beneficiarian de los llamados pactos en cascada que le permitirían, por ejemplo, presidir el cabildo tinerfeño con el apoyo del PP.
Más a la vista esta el pacto CC y PSOE, que permitiría a Rivero seguir en la presidencia. Aunque esta opción podría producir fisuras si el año que viene el PP gana las elecciones generales. El PSOE ahora busca apoyos a nivel local.
De lo que recelan los socialistas es de un matrimonio politico con el PP. Por último, Nueva Canarias, con 3 diputados no es llave para ningún gobierno, pero también podría postularse a favor de las tres opciones posibles.
