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EL JUICIO SE CELEBRARÁ EN OTOÑO

Termina la instrucción sobre el crimen de Asunta Basterra

El padre de Asunta, Alfonso Basterra, ató a su hija y le suministró ansiolíticos para anular su voluntad y facilitar su asesinato. Así lo afirma el juez Vázquez Taín en el último auto, con el que pone fin a nueve meses de investigación.

Madrugada del 22 de septiembre de 2013. Dos jóvenes que se dirigen a un club encuentran el cuerpo sin vida de Asunta Basterra, de 12 años de edad. Comienza una instrucción que se prolongará durante 9 meses. Mientras se vela el cuerpo de la niña, la Guardia Civil detiene e imputa un delito de homicidio a su madre, Rosario Porto. Horas después, en el funeral de su hija, Alfonso Basterra también es detenido

Desde entonces los padres de Asunta permanecen en prisión y a la niña se la sigue recordando en un lugar muy concreto, un camino que se encuentra a muy pocos kilómetros de la vivienda familiar de Rosario Porto, en el Ayuntamiento de Teo, registrada en varias ocasiones. También se registran las viviendas de Santiago.

La cuerda naranja encontrada en la pista coincide con la hallada en una de las viviendas; con ella ataron a Asunta. También allí apareció un pañuelo de papel con el que, se cree, se asfixió a la pequeña.

La tarde en la que Asunta muere, dos testigos afirman haberla visto horas antes paseando con su padre. Y es él el encargado de sedar a la pequeña en numerosas ocasiones. De hecho, así lo recoge el juez en su último auto.

Ahora, 271 días después, finaliza la instrucción. En un par de meses comenzará el juicio.

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