El Rowan Renaissance, barco encargado de las prospecciones petrolíferas en Canarias, ha perforado ya hasta casi los 1.500 metros de profundidad, encontrándose así en la mitad de los 3.000 metros previstos. Sus trabajadores, con los que ha podido estar Antena 3, aseguran que las posibilidades de algún accidente, el gran temor de los ciudadanos, son "prácticamente nulas".
"La redundancia de bálbulas, sistemas y demás equipos para evitar que pase algo es total. Muchos de ellos están duplicados y hasta triplicados, por lo que la posibilidad es prácticamente nula", asegura Pedro Zurita, encargado de Seguridad y Medio Ambiente de Repsol.
Durante los 28 días de trabajos en la zona, que se encuentra a unos 20 minutos en helicóptero de la isla de Lanzarote, más de 200 trabajadores de casi 20 nacionalidades distintas convivirán en el buque, que cuenta con seis motores con una potencia superior a 100 monoplazas Ferrari de Fórmula 1.
El Rowan Reinassance realiza en Canarias su tercera prospección petrolífera, tras las anteriores hechas en Angola y Namibia. En las aguas del archipiélago canario, el barco está aguantando olas de hasta 13 metros de altura, sin suponer problema alguno para su estabilidad y la de la perforadora que trabaja en el fondo marítimo.
Alrededor de este, dos barcos vigilan lo que sucede durante todo momento. Son los buques de la Armada y Salvamento Marítimo. El primero asegura la zona ante posibiles entradas en la zona de exclusión de una milla náutica que rodea al lugar de la excavación.
El segundo, por otra parte, estudia el comportamiento de los cetáceos de la zona, teniendo, como asegura Pedro Zurita, "total potestad para parar cualquier operación que se desarrolle" si vieran algún animal afectado por algún posible vertido.
