Recientemente ha sido Melilla y hace días ocurrió en Ceuta, con la muerte de al menos 15 inmigrantes. La presión migratoria sube y el número de subsaharianos que esperan entrar a Europa desde Marruecos llega a 30.000. Todo ello sumado a las mafias, que ofrecen distintos precios para cruzar la frontera, según el poder económico de sus clientes.
Así, el método más caro es obtener un pasaporte falso. 6.000 euros por documentación falsificada, algo que les permite incluso entrar en un vuelo regular.
Jugarse la vida en un doble fondo puede costar hasta 4.000 euros. Además, algunos de los pasajes pueden incluir un pequeño sistema para respirar.
La picaresca mafiosa se basa en falsos suelos, e incluso salpicaderos. Pasar a través de una embarcación es una de las opciones con más variantes. El precio varía según la nacionalidad, el lugar de salida y sobre todo, la embarcación. Desde los mil euros de un pequeño cayuco hasta los tres mil de una embarcación rápida.
Ni la opción más desesperada escapa a las mafias. Entre 25 a 45 euros cuesta ir a nado o con rudimentarios flotadores. Y cuando los irregulares llegan al norte de África, tras miles de kilómetros y arruinados, solo queda una opción, que sí es gratuita.
Coches y motos 'kamikazes'
Pero la desesperación inventa nuevo métodos: los coches kamikaze han creado desconcierto en las fronteras. Los agentes, a los que ponen en peligro, no saben si son irregulares o terroristas suicidas.
Hace diez días, la última innovación: al paso marroquí de Benienzar han llegado las motos kamikaze. Los conductores huyeron y dejaron las motos abandonadas dos kilómetros después de cruzar el control.
