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ASÍ FUNCIONAN LAS MAFIAS INGLESAS Y FRANCESAS

Los inmigrantes pagan 150 euros por llegar a Marruecos

Para llegar a Europa muchos de estos jóvenes  han tenido que pagar a las mafias que hacen negocio en Africa. Allí hay dos grupos de redes que trafican con personas y que se distinguen principalmente por el idioma. Los anglófonos tienen una estructura férrea, muy bien organizada jerárquicamente. Los francófonos manejan la información con más facilidad y en su última etapa, ya en Marruecos,  sus contactos suelen ser inmigrantes que se han asentado en la frontera.

Las mafias se dividen entre los países que hablan francés, y tienen menos dificultad para llegar a Marruecos y las inglesas, que son estructuras muy organizadas. Tienen redes de pisos franco, algunos ya desmantelados en nuestro país, falsifican pasaportes y cobran cada vez que sus mercancías, seres humanos, quieren saltar una frontera. Por ejemplo, cobran una media de 150 euros por pasar desde Argelia a Marruecos, aunque los precios varían según con quien negocien.

Muchos hombres colaboran en la propia estructura mafiosa o se quedan hacinados en chabolas trabajando en lo que pueden hasta conseguir las cantidades exigidas.

Las  mujeres son obligadas a prostituirse y entran por aeropuertos con una maleta de 40.000 euros en deuda. Les prometen un trabajo de camarera o cuidadora y acaban en burdeles.

Otras llegan en patera aferradas a unos niños que en el 25% de los casos tras hacerles una prueba de ADN se demuestra que no son suyos. Los delincuentes mafiosos compran o alquilan los menores a otras madres por unos 300 euros.

Son los llamados bebés ancla. Afortunadamente para los pequeños las leyes españolas contemplan protegerlos. Las mafias lo saben y se aprevechan de ésta situación. Muchos de estos bebés acaban en prostíbulos, al cuidado de las madames, mientras sus madres o las jóvenes que han pasado con ellos, se prostituyen.

A la lucha de las autoridades contra estos grupos hay que sumar dos grandes competidores de las mafias. La telefonía movil y las redes sociales sirven a estos jóvenes para organizarse sin acudir a traficantes de personas.

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