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CONCILIACIÓN: MISIÓN IMPOSIBLE

Cuatro de cada 10 padres creen que pasan poco tiempo con sus hijos

El comienzo de la temporada con la vuelta al trabajo y al colegio devuelve con toda su crudeza un problema no resuelto, agravado en las grandes ciudades: imposible compaginar el trabajo y la atención a los hijos.

Marina lleva a su hija Alba al cole en moto todas las mañanas. Después del beso de despedida... no la vuelve a ver hasta la noche. Es madre soltera, trabaja por la tarde y le es imposible la media jornada, no está el mercado laboral para esas excepciones.

Con esos horarios, es la familia, como tantas veces la que saca todo adelante. A Alba la recoge hoy su abuelo Benito, pero todos en la familia colaboran.

Susana sale de casa a las 6 y media de la mañana para llevar a su hija Carla al instituto. A medio camino, recoge a otra chica. Se turna con otras madres para poder llegar a todo..., pero no es fácil. Por suerte, en su trabajo le dan una cierta flexibilidad de horario.

Y esta es Ana, llegando a su casa después de todo el día trabajando. Su marido llega todavía más tarde, y en casa, afortunadamente tienen a Verónica, una empleada y amiga que les ayuda a cuadrar agendas. Aún así no es suficiente y sus 3 hijos se pasan el día con actividades extraescolares. Pero a Benito no le convence.

La cara de Benito y las otras tres historias muestran una realidad patente: todavía no aprobamos en conciliación laboral. Hay que seguir echando mano de los abuelos, de amigos, o -quien se lo pueda permitir- contratar a una persona para salir adelante.

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