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CANTABRIA | LLEVAN DOCE AÑOS CERRADAS

Comienzan hoy las visitas experimentales con público a la cueva de Altamira

Se reabren las cuevas de Altamira, en Cantabria, después de doce años cerradas. Sólo cinco personas por semana podrán entrar y contemplar las pinturas paleolíticas originales. Las visitas serán aleatorias, se harán hasta el mes de agosto y durarán 37 minutos. El objeto de las visitas es analizar el impacto que la presencia humana puede ocasionar sobre la conservación de las cuevas.

Un grupo de cinco personas seleccionadas aleatoriamente entre los visitantes del Museo de Altamira realizará la primera visita experimental a la cueva de Altamira, que tendrá lugar este jueves, según ha informado el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Será la primera vez que acceda público en general desde que la cueva se cerrara a los visitantes hace 12 años. Desde entonces, sólo los científicos habían entrado para desarrollar investigaciones sobre la cueva.

Las visitas serán aleatorias y se desarrollarán hasta el mes de agosto, fecha en la que está previsto finalice el Programa de Investigación para la Conservación Preventiva y Régimen de Acceso de la Cueva de Altamira puesto en marcha en 2012, bajo la dirección científica del experto Gaël de Guichen.

Se prevé que, hasta entonces, un total de 192 personas participen en el estudio ya que el objeto de las visitas es analizar el impacto que la presencia humana puede ocasionar sobre la conservación de este bien Patrimonio Mundial, según precisa Cultura.

Coincidiendo con el primer día de visitas, Gaël de Guichen impartirá este jueves la conferencia 'Altamira hoy' a las 19.00 horas en la facultad de Ciencias de la Universidad de Cantabria.

El Programa ha definido unos protocolos de acceso que establecen una duración de la visita de 37 minutos y un itinerario con tiempos de permanencia definidos para cada estancia. Antes de entrar, los visitantes conocerán los detalles de su participación en el programa científico y la forma de proceder en el interior de la cueva.

Así, vestirán monos desechables, gorro, mascarillas, así como un calzado especial, elementos que facilitará el Museo, y no se permitirá el contacto con la roca y la toma de imágenes.

 

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