Un inmigrante patea al agente que intenta hacerle bajar de la valla. El guardia cae contra el suelo desde una altura de cuatro metros. Trasladado al hospital con traumatismo craneoencefálico, ha recibido ya el alta. Otro inmigrante escupe al agente que intenta acercarse a él. En otros casos, son los agentes los que golpean con sus defensas a los inmigrantes intentando que bajen del vallado fronterizo. Son algunos de los momentos más violentos vividos en la valla de Melilla en este intento de salto.
A las seis y media de la mañana de este miércoles unos 300 inmigrantes intentaban superar el vallado fronterizo. 140 se quedaban en lo alto de las vallas. Utilizan distintas estrategias para lograr entrar: lanzar contra los guardias ropa ardiendo, dispersarse por lo alto de la valla o intentar bajar todos a la vez. Tres jóvenes subsaharianos logran entrar a la carrera. Inmigrantes que entraron en saltos anteriores aplauden a algunos de ellos mientras le llevan hacia el Centro de Estancia Temporal.
Tras varias horas de espera, la mayor parte de los inmigrantes accede a bajar de la valla y se hace cargo de ellos la policía marroquí. El intento de salto concluye con diez heridos, la mitad agentes y la mitad inmigrantes, y parte del vallado destrozado. La malla antitrepa, descolgada, ha servido para ayudar en el salto. Un agente marroquí presenta una herida de arma blanca. La Delegación del Gobierno asegura que ha sido uno de los saltos más tensos de los últimos registrados.