Donald Tusk

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ANTE LAS PETICIONES DE DAVID CAMERON

Tusk confía en que Reino Unido acepte en febrero la propuesta de la UE a sus "difíciles" demandas

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha escrito una carta a los líderes europeos antes de la cumbre del 17 y 18 de diciembre, cuando la cuestión británica será discutida. Subraya que hay una "fuerte voluntad de todas las partes por encontrar soluciones que respondan a la petición británica y beneficien a la vez al conjunto de la UE".

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, confió en poder cerrar en febrero próximo una propuesta que satisfaga las "difíciles" demandas planteadas por Reino Unido para permanecer en la Unión Europea (UE). "El Consejo Europeo de diciembre debería abordar todos los dilemas políticos relacionados con este proceso. Sobre la base de una sustancial discusión política, deberíamos poder preparar una propuesta concreta para ser finalmente adoptada en febrero", declaró Tusk en una misiva dirigida a los líderes de la UE para hacer un balance de las negociaciones con Londres.

El político polaco destacó que las consultas a nivel técnico con la Comisión Europea (CE), miembros de la Eurocámara y los Estados miembros han mostrado que los asuntos planteados por el primer ministro británico, David Cameron, son "difíciles". Subrayó que hay una "fuerte voluntad de todas las partes por encontrar soluciones que respondan a la petición británica y beneficien a la vez al conjunto de la UE".

Tusk se pronunció así en una carta para hacer una evaluación de la situación antes de la cumbre del 17 y 18 de diciembre, cuando la cuestión británica será discutida. El pasado 10 de noviembre, Cameron abrió formalmente la negociación de la relación de Reino Unido con la UE al enviar a Tusk una carta con sus planes de reformas de la Unión, antes de convocar el prometido referendo sobre la pertenencia británica al bloque comunitario, previsto para antes de finales de 2017. Londres basa sus propuestas de reformas en cuatro pilares que incluyen asuntos como el mercado único, la inmigración de los comunitarios, la competitividad y la integración europea.

En primer lugar, Tusk considera que hay que acordar principios que garanticen que la eurozona pueda seguir desarrollándose y ser eficaz, a la vez que se evita discriminar a los Estados miembros que aún no pertenecen o que nunca serán parte de la moneda única. En ese contexto, defiende un mecanismo para que los países que no estén en el euro, como Reino Unido, expresen sus preocupaciones sin que lleguen a adquirir un "derecho de veto".

Tusk también dice que hay "fuerte determinación" de promover la competitividad y usar todo el potencial del mercado interior, así como de promover una regulación mejor y aligerar cargas a empresas, y subraya especialmente la importancia de los acuerdos comerciales con países o regiones del mundo en expansión económica. Por lo que respecta a la soberanía, aboga por que los países que deseen profundizar en integración puedan hacerlo mientras se respete a los que no quieran ir más allá.

Por último, Tusk reconoce que el apartado sobre beneficios sociales y el libre movimiento de personas es "el más delicado" y "requerirá un debate político sustantivo" en diciembre. Aunque hay "buenas perspectivas" sobre la manera de combatir los abusos y sobre reformas para exportar los beneficios por hijo, afirmó que "actualmente no hay consenso" sobre la petición de que los ciudadanos de la UE que lleguen a Reino Unido deba vivir allí y pagar impuestos cuatro años antes de poder optar a beneficios en el trabajo o a una vivienda social.

"En cualquier caso mi evaluación es que hemos hecho buenos progresos", consideró Tusk, quien pidió más tiempo para preparar estos asuntos y para dilucidar la forma legal que tendrá el acuerdo. En su opinión, la "incertidumbre" sobre el futuro de Reino Unido en la UE es "un factor desestabilizador", por lo que "debemos encontrar una manera de responder a las preocupaciones británicas lo antes posible".

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