Cuando se abren las puertas de los vagones...a correr. El objetivo es llegar a la siguiente estación antes que el metro.
Una buena ración de escalones, enfrentarse al tráfico, cubrir los 400 metros de distancia que separan ambas estaciones, recordar que el tren sigue su camino, tropezar, colarse, no hay tiempo de pagar, y acceder de nuevo al interior antes de que se cierren las puertas. Objetivo logrado.
Éste es el último de los desafíos personales que llenan internet. Hay que tener algo de habilidad y una pequeña cámara para mostrar a los amigos -y de paso al mundo- que uno lo ha conseguido.
Saltar sobre un coche, una pirueta casi imposible o realizar una canasta que logra dar el triunfo a tu equipo. Más alto, más lejos, más fuerte y, si se puede....más espectacular. Eso sí, asumiendo donde está el límite de cada uno.