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LARGAS COLAS PARA CUMPLIR CON LA TRADICIÓN DEL 6 DE ENERO

No hay Navidad sin Reyes, ni Reyes sin roscón

Año tras año, no falla el postre del día de Reyes. La tradición marca que, en este día, hay que comer roscón. Es el último esfuerzo que tenemos que pedirle a nuestro estómago estas navidades. Pero, ¿cómo se hace este dulce?

El día de Reyes, marca la tradición, que hay que comer roscón. Largas colas se forman en las pastelerías, que pasan todo el día haciendo este dulce.

En una de ellas, encontramos a Ricardo con 'las manos en la masa'. Sólo entre los días 2 y 6 de enero ha preparado más de 1.100 roscones. Los ingredientes son sencillos, pero de máxima calidad y todo se pesa en gramos.

A la masa madre se le añaden 200 de azúcar, 250 de huevo y 50 gramos más de ron. Fundamental añadirle también agua de azahar.

Pero la masa no está terminada. A continuación harina fuerte, gluten de trigo y mantequilla, siempre fresca y a temperatura ambiente. Los cítricos cobran importancia en este roscón. De limón y naraja por igual.

Y tras 15 minutos de mezcla la masa está en su punto. A partir de aquí el trabajo va rápido y en cadena. Darle forma, esconder el ansiado premio, pintarlo bien con huevo evitando dejar calvas y decorarlo con una fina capa de pasta de almendra y azúcar perlado.

Tras su paso por el horno, roscones recién hechos en todos los hogares.

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