Momentos capítulo 2.823

La muerte de Marisol atormenta a Manolín en su regreso a la Plaza de los Frutos

Paseando por el barrio, Manolín se ha acordado del día del funeral de Marisol y la confesión a su abuelo de que no sabría vivir sin su hermana.

Manolín

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Para los hermanos Gómez Sanabria, la visita al lugar de su infancia, donde guardan los mejores recuerdos de su vida, es un sueño hecho realidad. Sin embargo, para Manolín es más bien una pesadilla. Todo en el barrio le recuerda al momento más doloroso que ha vivido: la muerte de Marisol.

Al fijarse en un banco, no ha podido evitar acordarse de la conversación que tuvo con Pelayo el mismo día del funeral de su hermana. “Yo la necesito a ella”, le dijo devastado. En ese momento, pensar en una vida en la que no se pasara horas hablando con Marisol se le hacía realmente difícil.

Pelayo estaba convencido de que el vacío que sentía en su corazón se llenaría con otra persona, pero Manolín lo veía imposible. “Siento que me han quitado a mi otra mitad”, dijo entre lágrimas. Marisol era su mayor confidente, su muleta, la persona que le hacía sentir seguro, y no sabía como salir adelante sin ella.

Madrid no es lo mismo sin Marisol y nunca lo será. Lo mismo resulta para Manolín, que todavía no ha superado la muerte de su hermana. Aunque ha rehecho su vida con Emma en Bélgica, Pelayo se equivocó y aquel agujero que siente en el pecho todavía no se ha ido.

Manolín se lleva una bronca de Ciriaco tras comunicar su decisión: “¡Quédate en Lovaina con tus juguetitos!”
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