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EN LA LOCALIDAD VALENCIANA DE ALBAL Y BENIPARREL
Sospechan que un sacerdote podría estar tras el asalto a una anciana
Indignación entre los vecinos de la localidad valenciana de Albal, quienes piden el traslado inmediato de su párroco tras ser grabado en la casa de una anciana que, horas después, fue brutalmente agredida. También les ha molestado su "particular" manera de reclamar las deudas del cementerio.
La pólvora se fue acumulando durante mucho tiempo pero la mecha la prendió el propio cura a principios de verano. Fue en la vípera de la Virgen del Carmen. Los nichos del cementerio de Beniparrell aparecían con carteleles pegados con la deuda que cada familia tenía por las obras de rehabilitación del camposanto. José Vicente Olmos añadía mediante notificación también escrita, que la parroquia sólo rezaría por los difuntos cuyas familias hubiesen satisfecho sus deudas, avisando de que ésta iría aumentando con el retraso.
El nombre del cura salía a relucir en los medios de comunicación y la indignación entre los feligreses y vecinos aumentaba. Al mes siguiente, el párroco volvía a ser noticia al verse envuelto en la agresión a una anciana. En la cámara doméstica de la vecina de 90 años se reconocía la imágen de José Vicente días antes de la paliza, durante una de sus visitas en la que acudió acompañado por los presuntos agresores. Agresores que después fueron detenidos por la Guardia Civil y acusados de los delitos de robo con violencia y tentativa de homicidio. Las investigaciones barajaron la posibilidad de que el cura de la paroquia de San Carlos Borromeo pudiera estar implicado en el robo o haber incurrido en un delito de encubrimiento, aunque hasta el momento no ha habido imputación alguna.
4 años ejerciendo como párroco tanto en Albal como en Beniparrell. Una trayectoria manchada de rumores sobre su peculiar forma de vida y las amistades de las que se ha rodeado. Cuentan que se le ha visto en bares y rodeado de gente extraña. Tantas han sido las críticas, que el alcalde de Albal ha decidido tomar cartas en el asunto. Ramón Marí ha solicitado al Arzobispado su cese inmediato. Tal es la urgencia que el alcalde ha llegado a amenazar con retirar la colaboración del Ayuntamiento con la parroquia para la celebración del Santo el próximo 4 de noviembre.
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