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CONDENADO A 13 AÑOS DE PRISIÓN

"Yo no salí ese día a matar a nadie", dice el kamikaze de Valencia

El kamikaze de Valencia está a pocos días de entrar en prisión tras la revocación del indulto que le permitió salir de la cárcel tras el accidente que provocó y que causó la muerte de un joven. Asegura que todo fue fruto de una epilepsia que sufre.

El 21 de marzo será el día en el que Jorge Ríos tenga que entrar de nuevo en prisión si el gobierno no se pronuncia sobre su indulto. "Yo nunca tenía que haber entrado en prisión porque soy responsable, pero no culpable. Yo no soy un kamikaze". Así se siente Jorge Ríos y ha querido contarlo días antes de entrar de nuevo en prisión. Él intenta recordar qué pasó aquel día. Los cinco kilómetros que dicen que circuló en sentido contrario asegura que le han marcado de por vida. "Soy una persona normal, trabajadora, padre de familia locamente enamorado de mi mujer, como de mis hijos y, desafortunadamente, un día regreso a casa de trabajar y tengo un accidente del que no recuerdo nada y del que no me puedo explicar qué ha pasado".

Jorge ha querido buscar una explicación a lo que pudo ocurrirle en 2003 mientras conducía. Por ello declara que ha recurrido a un especialista neuronal. "El doctor Antón Martín me encargó unas pruebas y en un electro encefalograma se detectó que, efectivamente, parecía epilepsia, una epilepsia que no es convulsiva y que en un momento determinado y sin explicación hace que sea capaz de hacer cosas de forma automática". Cuatro especialistas avalan este diagnóstico y sigue un tratamiento de por vida. Pero aun así, el tribunal no considera probado que sufriera epilepsia en aquel momento. Por ello, le condenaron a 13 años de prisión de los que ha cumplido 10 meses.

El sentimiento de culpabilidad sigue muy presente en Jorge a pesar del tiempo pasado. "Siento muchísimo el dolor que les he causado. Les puedo jurar que yo no he hecho eso conscientemente, yo no salí ese día a matar a nadie. Entiendo su dolor, yo también soy padre y sé lo que se quiere a un hijo. Tengo presente a ese chico todos los días. No hay cosa que más haya deseado en mi vida que haber sido yo el fallecido".

Jorge confiesa que no ha podido volver a conducir un coche porque en el momento en el que se sube a uno recuerda al joven que falleció. A escasos días de ver su libertad coartada de nuevo, confiesa que seguirá luchando y pasará los días trabajando y con su familia.

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