Los funcionarios que hallaron muerta a Rosario Porto en la cárcel encontraron una libreta con anotaciones

Con su suicidio, Rosario Porto se ha llevado con ella el secreto de el asesinato de su hija Asunta Basterra.

La pequeña murió estrangulada el 21 de septiembre de 2013. Asunta había sido adoptada por el matrimonio que formaban Rosario Porto y Alfonso Basterra. Asunta, de origen chino era una niña con altas capacidades. Aparentemente formaban una familia modélica pero un jurado popular terminó condenando por el asesinato de la niña a ambos padres ante el hallazgo de varios indicios y contradicciones en sus declaraciones.

Las compañeras de prisión de Rosario Porto creen en su inocencia y coinciden en que la mujer arrastraba depresiones y estados de ánimo inestables. Añaden que cuando llegaban los días previos a la Navidad Rosario sufría especialmente.

El periodista José Antonio Pérez, subdirector del Correo Gallego, señala que cuando a Rosario la trasladaron a la cárcel de Brieva (Ávila) sufrió un duro revés del que no llegó a reponerse.

Tras encontrarla ahorcada en su celda, el capellán de la prisión de Alama ha asegurado que Rosario "tenía una pena que le corroía por dentro y demandaba una atención que no se presta en las cárceles".

Según ha podido saber el periodista Nacho Abad los funcionarios de prisiones encontraron a Rosario muerta. Había usado un cinturón de tela para atarlo a la ventana y quitarse la vida. Cuenta Abad que a Rosario le gustaba escribir anotaciones en un diario y los funcionarios también encontraron un cuaderno de notas donde podía haber alguna carta de despedida.

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