El experto señala que le sorprende muchísimo que por un agujero tan extrecho pueda caer el niño a una profundidad tan grande sin que haya habido un movimiento de las extremidades que haya hecho que se quede encajado. "Podría ser posible si el niño entró con los brazos hacia arriba o de cabeza", apunta.
Lorente ha recordado otros casos similares que tuvieron lugar en Italia o Chile en los que se establece que un modo eficaz de rescate en estos sucesos es excavar un túnel paralelo para acceder.