Absuelven al hijo acusado de asesinar a su madre en Langreo

Un  homicidio, la víctima su madre. Un delito por el que se pedía una condena de 25 años de cárcel. Marco Antonio asegura haber vivido 6 años de pesadilla. El 13 de septiembre de 2006. Margarita Piloñeta de 58 años cose en el salón de su casa y allí es asesinada. Recibe una brutal paliza, más de 20 golpes en la cabeza y 47 puñaladas. Algunas de ellas le perforan el corazón acabando con su vida. La había matado un conocido. La puerta de la vivienda no estaba forzada y nadie escuchó ladrar al perro, conocido entre los vecinos por sus ladridos cuando alguien llegaba a la vivienda.

Un año después del brutal asesinato era detenido Marco Antonio, el menor de los dos hijos varones de Margarita. Contradicciones en su testimonio según la policía y la fuerte discusión entre madre e hijo ocurrida tan sólo una semana antes del asesinato y relatada por una amiga de la víctima, le señaló como como principal sospechoso.

Encausado por sus propios tíos, los hermanos de Margarita, Marco Antonio ha vivido bajo esa sombra de la sospecha desde entonces. Se convirtió en el acusado que nadie vio en el lugar del crimen, ni siquiera le reconoce de manera certera el albañil que declaró ver al autor del crimen huir del lugar de los hechos. Ninguna prueba, ningún tipo de indicio de ninguna clase. Nada le situaba en el lugar del crimen.

Tras cuatro días de juicio, ha sido un jurado el que le ha absuelto. Un veredicto tomado en tan sólo 8 minutos con 8 votos a favor y uno en contra . Es el último paso de un caso cuya instrucción ha sido archivada en tres ocasiones, cuyos denunciantes han anunciado ya han hecho público que no recurrirán el fallo y que de momento sigue siendo un crimen sin resolver.