BETTY VE TELENOVELAS

Todas las muertes que han dejado huella en 'Tierra amarga'

Muchas son las muertes que han marcado el paso de 'Tierra Amarga'. Hacemos un repaso de todas aquellas que han dejado huella.

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Desde que emprendimos nuestro viaje a 'Tierra amarga' hemos vivido momentos apasionantes, pero también hemos compartido el dolor de sus habitantes cuando han tenido que despedir a alguno de sus vecinos.

Aunque en los últimos tiempos las fiestas de Halloween parecen copar nuestras agendas cuando llega el paso de octubre a noviembre, hay costumbres que aún permanecen en nuestras vidas, como la visita al cementerio para recordar a quienes ya no están. Tal vez en Çukorova tengan otras tradiciones, pero lo que es incuestionable es que han sido muchas las muertes que han dejado huella en esa 'Tierra amarga'.

Es más, si hacemos memoria, toda esta historia nació de una muerte: la de aquel desgraciado que intentó abusar de Zuleyha y al que Yilmaz mató en una fatídica combinación de accidente y defensa propia. Aquel suceso cambió el destino de aquella pareja que miraba ilusionada el escaparate de una tienda de vestidos de novia, pero también cambió el devenir de los acontecimientos en la lejana Çukurova, que recibieron a dos nuevos vecinos con los que daba inicio una nueva era.

Hünkar, la felicidad truncada

Y en esos cambios que sufrió 'Tierra amarga', Hünkar tuvo un papel protagonista. Fue ella quien movió los hilos para que los destinos de Yilmaz y Zuleyha se separaran y para unir a la humilde costurera con su hijo Demir. En aquellos tiempos Hünkar era la gran señora de Çukurova, capaz de hacer cualquier cosa con tal de mantener el apellido Yaman en lo más alto de la escala social y económica del lugar. Nada importaba más que la respetabilidad, el honor y el prestigio de la familia.

Sin embargo, el tiempo y las circunstancias fueron ablandando el severo carácter de Hünkar. El regreso de Fekeli le hizo recordar otros tiempos y otra felicidad y las risas y juegos de unos niños le mostraron que había algo más importante que la relevancia de un apellido.

Así, de ser la férrea guardiana de su nuera, se convirtió en una aliada de Zuleyha. Además, de ser la albacea permanente del apellido Yaman pasó a ser una mujer que quiere ser feliz junto al amor de su vida.

Pero el destino de los habitantes de estas tierras rara vez es la felicidad y cuando Hünkar ya casi rozaba con los dedos hacer realidad sus sueños de juventud, una puñalada truncó su destino, dejando a Çukurova sin una de sus vecinas más queridas.

Yilmaz, el peor momento

Si para Zuleyha la muerte de Hünkar fue un duro golpe, fue solo el primero de muchas otras malas noticias que aún iba a recibir. Y, sin duda una de las más dolorosas fue la de Yilmaz.

La suya fue una relación marcada por los desencuentros y las malas casualidades. Cada vez que parecía que rozaban la felicidad, algo se interponía entre ambos. Se interpusieron los planes de Hünkar. Se interpuso Demir. Se interpuso Müjgan.

Sin embargo, hubo un momento en el que lograron esquivar todos los obstáculos, en el que lograron derribar todos los muros, en el que lograron salvar la distancia que los separaba. Hubo un momento en el que planearon un futuro juntos. Hubo un momento en el que rozaron la felicidad que tenían en aquellos lejanos tiempos de Estambul.

Pero, una vez más, 'Tierra amarga' reclamaba su cuota de dolor, lágrimas y sufrimiento y dijimos adiós a Yilmaz.

Demir, el último gran dolor

Tras la muerte de su primer gran amor, Zuleyha se aferró más que nunca a Demir. Su matrimonio tampoco ha sido ni mucho menos un camino de rosas. También han tenido un sinfín de altibajos, donde las mentiras, las sospechas y los engaños han tenido un papel demasiado protagonista.

Sin duda, Demir ha sido un personaje controvertido, capaz de los mejores sentimientos y las peores acciones. Hay días que parecía el marido y padre ideal, pero en otras ocasiones ha tenido comportamientos inaceptables.

Aún así, parecía haber conseguido cierta estabilidad en su relación con Zuleyha a pesar de las continuas maniobras de Ümit para desestabilizarlos.

Pero, como siempre, cada vez que Zuleyha roza la felicidad con los dedos, Çukurova se la arrebata de la peor de las maneras. Y, esta vez, además ha sido especialmente cruel. Durante semanas ha vivido en la duda constante, en la incertidumbre permanente. Sin embargo, la realidad ha vuelto a golpearla con fuerza. Demir ni había huido, ni estaba retenido. Demir estaba muerto.

Fekeli, adiós al gran patriarca

Zuleyha no solo ha dicho adiós a los dos hombres de su vida, sino que también ha perdido a lo más parecido que ha tenido a una figura paterna. Fekeli llegó a Çukurova cargado de odio y rencor, pero, poco a poco, fue creando en torno a él una familia que siempre ha intentado proteger aunque no siempre fuera capaz de lograrlo.

Si bien Zuleyha ha derramado un sinfín de lágrimas desde que llegó a Adana, el sufrimiento de Fekeli también ha sido considerable. Tuvo que despedirse de la mujer que amaba cuando estaba a punto de casarse con ella. Tuvo que despedir al que consideraba su hijo cuando estaba a punto de verlo feliz. Tuvo que despedir a la madre del que considera su nieto cuando estaba a punto de empezar una nueva vida.

Al margen de eso, Fekeli ha tenido una relación compleja con los Yaman. Ha habido momentos en que ha deseado destruirlos, en otros han sido aliados y en otros han respetado las distancias que los separaban. Pero, sin duda, con su desaparición Çukurova perdió a uno de sus ciudadanos más ilustres.

Müjgan, un viaje sin retorno

En la lista de desapariciones dolorosas debe figurar también el nombre de Müjgan. Aunque su personaje ha tenido una relación de amor-odio con la audiencia, su muerte causó un fuerte impacto porque nos sorprendió en el momento más inesperado.

Müjgan llegó a Çukurova como la gran oportunidad de Yilmaz de pasar página, pero la sombra de Zuleyha era demasiado alargada y a la doctora le costó asumir, asimilar y gestionar los verdaderos sentimientos de su marido. Es cierto que sus celos le hicieron creer que la relación entre Yilmaz y Zuleyha era más cercana de lo que en realidad era, pero también hay que reconocer que en demasiadas ocasiones las circunstancias alentaban su desconfianza.

Sin embargo, a pesar de sus inseguridades, sus celos y su rabia, Müjgan había conseguido salir de ese agujero negro que era su matrimonio con Yilmaz. Se dio una oportunidad con Fikret y, cuando volvió a tener dudas, decidió pensar en sí misma y en su hijo y poner distancia de por medio antes de cometer de nuevo los mismos errores.

Pero, obviamente, Çukurova no iba a permitir que ninguna de sus vecinas fuese feliz, y menos lejos de sus dominios. Y Müjgan se fue para no volver.

Sevda y Ümit, un destino común

Hay ocasiones en las que la vida parece una sucesión de casualidades, tal y como ocurre con los personajes de Sevda y Ümit. Tanto la madre como la hija han compartido la condición de ser las amantes de un Yaman. Sevda tuvo un romance con Adnan y Ümit hizo que el matrimonio de Demir y Zuleyha se tambalease.

Sin embargo, la actitud de ambas fue muy diferente en Çukurova. Aunque Sevda fue un auténtico dolor de cabeza para Hünkar, hay que reconocer el cariño que sentía por Demir y por Zuleyha. Es más, en más de una ocasión intentó proteger a la pareja de los ataques de Ümit, hasta que descubrió que era su propia hija. Eso sí, justo es reconocer también que fue capaz de proteger con su propia vida al hijo de su amante.

Ümit nunca tuvo la generosidad de su madre y, desde luego, nunca aceptó su condición de amante. Ümit quería ser la señora Yaman y utilizó todas las estratagemas que se le ocurrieron para lograrlo. Y solo un ¿accidental? disparo de Zuleyha logró detenerla.

Behice decide su destino

Sin bien Çukurova ha sido implacable con las ansias de felicidad de alguno de sus vecinos, tampoco ha tenido misericordia con los más viles. Behice llegó como apoyo para su sobrina Müjgan, pero en el camino se postuló claramente como reemplazo de Hünkar como gran señora del lugar. Es más, hasta aspiró a ocupar su lugar en el corazón de Fekeli.

Behice planeó con sumo cuidado cada uno de sus pasos, pero cometió un error que nunca podremos perdonarle: matar a Hünkar para proteger no solo sus intereses, sino, sobre todo, sus secretos.

Al final, Çukurova le hizo pagar el daño causado, aunque fuera ella misma quien decidiera su propio castigo.

Han sido, por lo tanto, muchas las muertes que han marcado la historia de Çukurova. Algunas aún las seguimos llorando. Otras no se merecen más que un leve recuerdo. Pero la gran pregunta es si ya se han derramado suficientes lágrimas o si aún queda más sangre por derramar en esta 'Tierra amarga'.

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