CON SOLO 22 AÑOS
Jenna Ortega se sincera sobre su ansiedad, su infancia y el fenómeno Miércoles: "Ella odiaría esto"
Jenna Ortega, más sincera que nunca en una entrevista donde habla de miedos, éxito y la presión de crecer bajo los focos. Así como su historia detrás del fenómeno Miércoles.

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Jenna Ortega, la joven actriz de 22 años que saltó a la fama por su papel en Scream y que conquistó al mundo como la carismática protagonista de Miércoles, ha hablado sin filtros en una reciente entrevista.
En ella la estrella reflexiona sobre su ansiedad, su difícil adolescencia, o su agridulce relación con el éxito de su personaje más icónico.
Desde pequeña, Ortega sentía que el mundo se le venía encima: "Siempre fui muy existencial de niña. El mundo siempre se estaba acabando. Me preocupaba por cosas mucho antes de lo necesario. Mi trabajo era el lugar seguro. Cuando no estaba en un rodaje, lo pasaba realmente, realmente mal", confiesa con honestidad en Harper's Bazaar.
Su adolescencia, según admite, estuvo marcada por el miedo y la tensión constantes, y cuando se ve en vídeos de pequeña "puedo ver claramente que algo no iba bien, porque no quería decir ni hacer nada incorrecto", afirma al recordar cómo esa presión afectaba a su comportamiento.

Ahora que su carrera está en plena ebullición, la actriz reconoce lo complejo que es mantenerse fiel a una misma en un mundo hiperconectado, pero emocionalmente distante. "Estamos increíblemente desensibilizados y desconectados de la interacción real. Quiero decir, Dios, ¡si pudieras hablar con todo el mundo como lo hace Miércoles, decir simplemente lo que realmente piensas, sería increíble!", comenta entre la ironía y el anhelo.
Ese espíritu rebelde y directo de Miércoles también ha generado contradicciones para Ortega. "A ella no le importa nada. Es bastante gracioso, si lo piensas. Es una marginada, pero ahora está en tazas, cajas de cereales y camisetas. Solo puedes pensar: '¡Dios mío, ella odiaría esto!'", dice entre risas.
Lo más sorprendente es que Ortega estuvo a punto de rechazar el papel que la catapultó a la fama mundial. "Estaba en un punto de mi carrera en el que empezaba a hacer películas y a entrar en salas importantes... así que no paraba de decir que no. Casi no quería escuchar lo que Tim Burton tenía que decir, y que me gustara mucho, y sentir que tenía que hacerlo, que fue más o menos lo que ocurrió", admite sobre la decisión que, finalmente, cambió su rumbo profesional.

Pese al torbellino mediático y profesional que la rodea, Jenna Ortega tiene claro lo que quiere. "Estoy muy agradecida por mi audiencia. Y quiero poder devolvérselo. Pero también quiero hacer cosas que sean creativamente satisfactorias para mí. Así que se trata de encontrar ese equilibrio entre hacer películas que puedan interesarles a ellos y hacer películas que me interesan a mí".
Con los pies en la tierra, Jenna Ortega parece dispuesta a demostrar que crecer en la industria del espectáculo no tiene por qué significar perderse a una misma en el proceso.
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