BETTY VE TELENOVELAS

5 parejas víctimas de la marejada en el 'Mar de Amores' de Nova

Cuando empezamos nuestra singladura por 'Mar de amores' toda nuestra atención se centraba en un matrimonio que saltaba por los aires tras la decisión del marido de abandonar a su esposa, sus hijos y su hogar por otra mujer. Era el punto de partida de un viaje que nos ha descubierto muchos otros parajes tan interesantes como el fracaso de esa relación. Durante nuestra travesía hemos sido testigos privilegiados de los amores más intensos y de los desamores más desoladores a través de 5 parejas que han sido víctimas de la intensa marejada de este 'Mar de amores'.

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Ali y Caroline, no era oro todo lo que relucía

Fue por Caroline que toda esta historia comenzó. Fue por Caroline que Ali decidió romper con su pasado. Fue por Caroline que Cemile y sus hijos tuvieron que abandonar el que era su hogar. Fue por Caroline que la familia vivió una sucesión de escándalos. Todo fue por Caroline.

Y si bien ella siempre ha tenido un aura de misterio rodeándola, en el caso de Ali su enamoramiento parecía sincero. O eso creíamos. Hay que estar muy seguro de una relación para dinamitar una familia. Hay que estar muy seguro de una relación para darle la espalda a cuatro hijos. Sin embargo, no tardamos mucho en comprender que lo que creíamos que era enamoramiento no dejaba de ser algo así como un encaprichamiento.

A Ali lo deslumbró la belleza de Caroline, su larga melena rubia, su escultural figura, su personalidad despreocupada y, quizá, lo atrajo una relación en la que no había más responsabilidad que la diversión y la felicidad. Con Caroline no había problemas, ni malas caras, ni hijos problemáticos, etc. Con Caroline las rosas solo tenían pétalos y ninguna espina.

El problema surge cuando el encantamiento pierde su efecto, cuando llega el día a día, cuando llegan los problemas. Caroline era maravillosa hasta que comenzaron los reproches y, sobre todo, hasta que el interés pudo más que el amor. A Caroline se le pasó la pasión turca cuando vio la posibilidad de acumular liras turcas y solo cuando la retomó cuando su botín desapareció.

Eso sí, a Caroline nunca deberíamos culparla de las decisiones de Ali. Era él quien tenía un anillo de casado, quien tenía una familia. Era él quien tenía un compromiso. Y, con los acontecimientos posteriores, casi podría decirse que Caroline ha sido una convidada de piedra. Es cierto que su actitud con la ex familia de su marido ha sido criticable y cuestionable, pero lo de Ali es incalificable.

El capitán Ali pudo echar a su familia de malas maneras de su casa, pero su ex familia no podía abrirle las puertas a otro hombre. Él podía compartir su casa y su cama con otra mujer, pero su ex mujer no podía ni tomarse un té con otro hombre.

Y fue esa obsesión enfermiza de Ali por Cemile lo que supuso la puntilla para su matrimonio con Caroline. Ali quiso estar en misa y repicar la campana. Quiso formar una familia con Caroline y quiso, de la peor de las formas posibles, que Cemile siguiera siendo su familia.

Ali quería el pack completo del macho alfa: a su esposa holandesa en casa y a su ex esposa turca sola. Y lo peor es que era incapaz de comprender lo egoísta, absurdo y cruel de su posicionamiento. Pero quizá esa sea la clave de ese personaje. Ali es egoísta, absurdo y cruel. Es la única explicación posible a un comportamiento que provocó una catarsis de cuyas consecuencias apenas estamos siendo testigos.

Cemile y Hikmet, fue bonito mientras duró

Mientras Ali vivía en una constante obsesión por controlar todos y cada uno de los movimientos de su ex mujer, Cemile se esforzaba por respirar. Mientras Ali vivía la dolce vita junto a su nueva esposa, Cemile se esforzaba por asentar los cimientos de su nuevo hogar. Mientras Ali no escatimaba liras para redecorar su casa, Cemile estiraba las liras para poner pan en su mesa para sus hijos.

Pero Cemile demostró desde el primer día que no le asustan ni los retos ni los problemas ni los obstáculos. Ella crió prácticamente sola a cuatro hijos y sería capaz de seguir adelante sola. Y no flaqueó en su tarea. Adecentó su nueva casa de la mejor forma que pudo y enfrentó el reto de incorporarse al mercado laboral. Y lo consiguió pese a las dificultades. Dificultades que tienen nombre propio: Ali. Cada vez que Cemile encontraba un empleo, ahí aparecía Ali para ponerle más piedras en la mochila.

Sin embargo, en medio de todos esos problemas, Cemile encontró a su particular ángel de la guarda. Hikmet, el pescador, se convirtió en su mejor apoyo.

No deja de ser curioso que el que fuera confidente de Ali, terminase convertido en el marido de Cemile. Pero Hikmet era en sí mismo un hombre especial. Fue el primero en comprender el error que estaba cometiendo Ali porque él mismo había hecho algo parecido y había pagado un altísimo precio por sus malas decisiones.

Tal vez fuese ese deseo de redimirse el que lo llevó a ayudar a Cemile y tal vez simplemente se enamoró de ella. Fuera como fuera, Hikmet fue ese amigo, ese compañero, ese aliado, ese apoyo que nunca le faltó. Siempre estuvo para ella cuando lo necesitó y siempre se hizo a un lado sin reproches cuando fue necesario.

Hikmet y Cemile no tuvieron muchos momentos para ser verdaderamente felices. Cada vez que esbozaban una sonrisa, aparecía Ali para borrarla a golpe de gritos, insultos, reproches y disparos.

Mete e Inci, el dolor de la pérdida

No solo Cemile ha tenido que enfrentarse al dolor de la pérdida, Mete apenas consigue ocultar la tristeza que le supone el recuerdo de Inci. Es cierto que luce la mejor de sus sonrisas ante sus fans y, sin duda, es feliz sobre el escenario, pero cuando los focos se apagan, aparece la melancolía por el recuerdo de aquella mujer que siempre confió en él, que siempre apostó por él.

Su historia fue, sin duda, una de las más enternecedoras de este 'Mar de amores'. Partía del tópico alumno enamorado de profesora, pero fue mucho más allá. Fue mucho más allá de un adolescente descubriendo el amor con la persona menos adecuada. Fue mucho más allá de una profesora intentando guardar las distancias y mantener la compostura. Fue mucho más allá de un marido que nunca supo estar a la altura de las circunstancias.

La relación de Mete e Inci fue una relación de complicidad absoluta. Inci supo desarrollar el potencial que Mete tenía como músico y Mete supo estar a su lado cuando ella más lo necesitaba. Mete maduró al lado de Inci e Inci recuperó la ilusión de la infancia al lado de Mete. Por eso su relación fue tan especial. Porque no solo se entendían y comprendían sin juzgarse, sino porque se complementaban a la perfección. Y ahora Mete tiene el reto de seguir adelante sin su mentora, su musa, su amiga, su amor.

Berrin y Ahmed, una renuncia por amor

Berrin y Ahmed tampoco lo tuvieron fácil. Entre ellos siempre había algún obstáculo bien fueran las responsabilidades políticas de Ahmed o bien fuera una esposa de conveniencia.

Sin embargo, pese a todas las turbulencias, ellos siempre intentaron seguir adelante y ambos apostaron por su relación. Es más, en varias ocasiones Ahmed actuó como un miembro más de la familia logrando el visto bueno de una Cemile que no veía del todo bien la relación de su hija con un revolucionario casado.

Pero en 'Mar de amores' las parejas parecen condenadas a no llegar a buen puerto. Cuando la vida de Ahmed estuvo en serio peligro, Berrin no tuvo dudas. Si estaba en su mano salvarlo, ella lo haría. Si debía dejarlo marchar para que estuviera a salvo, ella le diría adiós.

Eso sí, Berrin tuvo que pagar un alto precio por la vida, la libertad y la seguridad de Ahmed. Hakan, el hombre que ha estado enamorado de ella desde el primer capítulo, no dejó pasar la oportunidad de aprovechar su ventaja.

Ahora Hakan es el marido de Berrin. Ahora es el padre de la hija de Berrin. Ahora Berrin tiene los ojos tristes. ¿Recuperará la felicidad perdida?

Aylin y Soner, una complicada relación familiar

Si Berrin es la infelicidad personificada, Aylin vive en una constante tristeza, aunque tiene el aliciente de recibir pequeños destellos de alegría gracias a estrellas de mar estratégicamente colocadas.

La suya con Soner ha sido una relación de constantes altibajos. En un principio su singladura parecía plácida, pero pronto descubrimos que tras el príncipe azul lo que había era un hado padrino dispuesto a lo que fuera necesario por la felicidad de su hermano. Y "todo lo que fuera necesario" incluía ver como la mujer que él amaba se casaba con Murat.

Aylin siempre ha sido transparente en sus sentimientos y emociones. Lo fue en sus inicios con Soner, lo fue en su frialdad con Murat, lo fue en sus celos hacia Mesude. Y tal es su dificultad para disimular, que hasta Murat ha dejado atrás su buenismo para mostrar la peor versión de sí mismo.

En cuanto a Soner, es un personaje complejo, quizá porque vive una situación tremendamente compleja. Quiere que su hermano sea feliz, pero la felicidad de su hermano implica su infelicidad. Se ha permitido ciertos momentos de debilidad. Una escapada a la playa, un baile, un amanecer, un beso… pero sabe que cada vez que él es feliz, Murat es infeliz.

Ahora se mantiene lejos de la mujer que quiere. Mantiene su decisión de ser hermano antes que hombre, pero de vez en cuando sigue alimentando ese sentimiento ¿con la esperanza de un futuro en el que sí pueda ser feliz?

Así pues, esta segunda etapa de nuestro viaje por este 'Mar de amores' ha empezado con el naufragio de cinco parejas. Alguna de ellas ya no tiene esperanza, pero ¿qué sucederá con las otras? ¿Se habrá librado Cemile del yugo controlador de Ali? ¿Recuperará Berrin la sonrisa? ¿Encontrará Mete a una nueva musa? ¿Recibirá Aylin alguna estrella de mar en persona?

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