SE LLEVAN 31 AÑOS
Jenna Ortega, "muy decidida y segura" en sus polémicas escenas de sexo con Martin Freeman, que le saca 31 años
Jenna Ortega y Martin Freeman han protagonizado una polémica sobre la escena de sexo que protagonizan juntos en su nueva película, pese a tener 21 y 52 años. Sin embargo, Jenna no tuvo "ningún problema".
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Miller's Girl es la nueva película que protagonizan Jenna Ortega (21) y Martin Freeman (52). La trama gira en torno a un escritor que fracasó en su intento de llegar al éxito y terminó siendo profesor (Freeman) y su alumna (Ortega), a la que le ve mucho potencial para triunfar en el mundo de la escritura. Todo se complica para ellos cuando comienza a surgir la atracción y su relación se vuelve cada vez más compleja e inapropiada.
La cinta en cuestión ha creado mucho revuelo por una escena de sexo entre los personajes de Jenna y Martin, que les ha otorgado calificación para mayores de 18. Dados los comentarios críticos que ha recibido el proyecto por ese momento concreto, que se ha llegado a calificar de "asqueroso", la coordinadora de intimidad de la película Kristina Arjona ha tenido que responder.
Uno de los principales problemas ha sido la diferencia de edad entre los actores, ya que es de 31 años, aunque también se ha puesto en duda la comodidad de Ortega. Arjona ha hablado con Daily Mail sobre ello: "Hubo muchas personas a lo largo de este proceso interactuando con Jenna para asegurarse de que fuera coherente para sentirse cómoda, y ella estaba muy decidida y muy segura de lo que quería hacer".
"Parte de mi trabajo también es apoyar sus decisiones. Me adapto al nivel de comodidad de mis actores, especialmente en una producción como esta donde hay una gran diferencia de edad entre los actores", ha explicado la coordinadora.
"Soy muy consciente de mi labor y de asegurarme de que estemos comprobando constantemente que en ningún momento se supere ninguno de los límites. Y especialmente con alguien que es significativamente más joven, que está dando su consentimiento continuo".
Además, Kristina ha contado que discutió el "nivel de desnudez" con Jenna y Martin, así como qué "escenas de sexo simuladas" eran necesarias, antes de hablarles sobre las "barreras adicionales" que podrían usar para garantizar que se mantuviera una "distancia adecuada".
Sobre todo el proceso que se sigue en estos casos, Arjona ha explicado que a los actores se les da toda esta información por escrito 48 horas antes de filmar y ha añadido: "También tienen la opción ese día de cambiar de opinión si no quieren hacer ninguna de las cosas que hemos hablado".
Al parecer, según la coordinadora de intimidad, hubo discusiones entre el elenco y el equipo antes rodar ciertas escenas: "Para esta película en particular, debido a la sensibilidad del contenido, tenían ciertas discrepancias sobre cómo querían filmar estas escenas para que el público pudiera verlas en proyecciones de prueba y ver que era demasiado".
Tras realizar esto se vio que hubo detractores y partidarios de la escena entre las audiencias de prueba. Algunas personas llegaron a comentar: "Me siento incómodo".
La realidad es que muchos de los comentarios tenían como argumento que Jenna Ortega, asociada inevitablemente a su papel como Miércoles Adams, era muy joven para hacer este tipo de escenas. Una fuente ha salido en defensa de la actriz: "La gente necesita superar el hecho de que no es Miércoles Adams y que es una mujer adulta que está explorando papeles serios como actriz talentosa. El hecho de que esto haya agitado la olla y sea etiquetado como asqueroso es increíblemente misógino".
A pesar de toda la polémica que se ha generado desde las audiencias de prueba hasta el estreno, la película dirigida por Jade Halley Bartlett ha salido adelante e incluso fue presentada hace unos días en el Festival Internacional de Cine de Palm Springs. Ya está disponible en los cines de la mano de Lionsgate.
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