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Fuera complejos

¿Te sobran unos kilitos? Ahí van unas posturas sexuales en las que no se notarán

El confinamiento envió al traste la operación bikini, lo sabemos y tampoco hay que hacer sangre que bastante tenemos con lo que tenemos.

Sexo

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El resultado es que te sobran unos kilos, el verano ya está aquí y tú no has tenido ni tiempo ni voluntad de intentar eliminarlos. Y te ves ahí en ropa interior y no te acabas de convencer del todo. A ver, lo primero que hay que decirte es que somos nuestras peores jueces porque luego tu pareja, sea quien sea, ni se va a percatar de esos kilos de más. Así que no te tortures en exceso, levanta ese ánimo y mira estas posturas sexuales que te chivamos para que esa tripita o esos muslos con algo más de carne no te bajen la autoestima. Arriba esos ánimos, hemos hablado con dos sexólogas y nos han desvelado estas posturas, algunas con nombres bien sugerentes:

La Sirena: se trata de una variante de la postura en la que la mujer esta tumbada boca arriba, y el hombre la penetra de rodillas frente a ella, apoyando los pies de la mujer en sus hombros. La peculiaridad en este caso es que debemos mantener las piernas y el abdomen bien estirado y centrar el movimiento de nuestro cuerpo en el mismo, para poder así trabajar intensamente toda esta zona”, explica Silvia Carpallo, sexóloga y autora del libro 'Sexo para ser feliz'.

El apretón: “Esta postura permite trabajar la zona abdominal de una forma más cómoda. Nos podemos frente a frente, como cuando hacemos el misionero de toda la vida, pero él hombre se eleva ligeramente y nosotras lo alcanzamos rodeándolo con nuestras piernas, de nuevo, centrando todo el esfuerzo del movimiento de vaivén en la zona del abdomen”, comenta Carpallo.

Pesarse
Pesarse | iStock

La carretilla: “Esta postura es una de las más conocidas, pero no por ello una de las más fáciles. El hombre se coloca de pie y la mujer se apoya con los brazos sobre la cama, de forma que el hombre la penetra en la misma postura que cuando jugábamos a la carretilla de pequeños. Ser capaces de mantener el equilibrio es una de las mejores formas de fortalecer la musculatura de la cintura”.

La araña. “Si queremos ejercitar los brazos, no hace falta que nos dejemos la vida en un banco de ejercicios. Existen otras formas más placenteras de conseguirlo, como la postura de la araña, que se llama así por la forma en la que quedan nuestras piernas. La idea es que os tumbéis uno frente al otro, dejando que el peso de vuestro cuerpo recaiga en los antebrazos y, flexionando las rodillas, elevéis las caderas para que vuestros genitales puedan juntarse. De esta forma, parte del movimiento dependerá de la fuerza de vuestros brazos”, explica.

La animadora. “Todo el mundo ha fantaseado con esa escena en la que nos empotran contra la pared y lo hacemos ahí mismo. Desde luego, se trata de una postura que exige mucha fuerza y resistencia, pero si lo tuyo es la flexibilidad, puedes introducir algunas variantes que te permitan algunos trucos. Una de ellas es la postura de la animadora, que consiste en que la chica suba la pierna a la altura del hombro de su pareja. El nombre proviene de la capacidad de flexión de las piernas que suelen tener las animadoras. Para facilitar la postura, conviene que él separe las piernas y flexione un poco las rodillas, porque eso le ayudará a trabajar cuádriceps y glúteos. Para ti, sin duda, será mucho mejor que unos estiramientos”, finaliza Carpallo.

La sexóloga Raquel Graña apunta las siguientes: “De lado, la conocida como cucharita. Es la más utilizada cuando las parejas están cansadas, ya que ambos están tumbados y no requiere mucho esfuerzo y también, ambos sentados mirándose, ella encima. De esta forma, ella puede controlar el movimiento, pero él también puede mover la pelvis hacia arriba si ella se cansa”, finaliza.

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