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Signos que indican que tu hijo puede tener altas capacidades

Los términos utilizados para referirse a las personas con altas capacidades han ido variando a lo largo de la historia.

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Actualmente, ya no se utiliza de forma general el término superdotados. Al referirnos a personas con altas capacidades nos referimos a un grupo más amplio, que incluye la precocidad intelectual, la superdotación o los talentos.

Cuando pensamos en personas con altas capacidades debemos saber que se trata de un grupo muy variado.

Muchas veces los imaginamos siendo unos genios, pero es algo que sucede de forma excepcional. Lo habitual es que se trate de personas que destaquen en algunas áreas.

¿Cómo sospechar que un niño o niña presenta altas capacidades?

Al tratarse de un grupo muy heterogéneo existen muchas conductas que pueden hacernos pensar que estamos ante un peque con altas capacidades.

Podemos sospechar cuando nos encontramos ante una niña o niño que aprende de forma rápida, tiene muy buena memoria, gran dominio del lenguaje, muestra mucha curiosidad y una gran imaginación, resuelve los problemas de forma original, le preocupan temas abstractos que no son propios de su edad, muestra una baja tolerancia a la frustración, posee gran capacidad de liderazgo, alta concentración en tareas de su interés, etc. De forma más temprana, en comparación con otros de su edad.

Las personas con altas capacidades presentan habilidades muy variadas. No hay un listado de rasgos comunes que aparezcan en todos los casos y también varían en función de la edad en la que el entorno empieza a sospechar que puedan serlo.

¿Qué hacer cuando la familia o escuela piensan en altas capacidades?

Las familias suelen ser las primeras en darse cuenta, al realizar comparaciones con otros niños y niñas de su edad.
Si el equipo docente o la familia tiene sospechas, desde las escuelas se sigue el protocolo de evaluación correspondiente a cada comunidad autónoma.
El diagnóstico debe realizarlo un psicólogo. Los docentes pueden solicitar que el departamento de orientación realice la evaluación educativa.
Cuando no van a la escuela, se puede consultar con su pediatra, para que indique a la familia los pasos a seguir tras las sospechas.

Al tratarse de un colectivo muy variado su diagnóstico puede confundirse con otras necesidades educativas. Aunque se sigue avanzando en su detección y evaluación, muchos peques siguen quedando sin acceder al apoyo educativo que necesitan.

Importancia de adaptar la educación a sus necesidades

En ocasiones, las familias no se plantean la posibilidad de que su peque tenga altas capacidades porque aún existe poca información a nivel social. Está extendido el término superdotado y no quieren que en la escuela o entorno piensen que exageran las habilidades de sus peques.

Si no se conocen las características de los niños y niñas con altas capacidades, puede resultar desconcertante que aunque su hijo o hija tenga una gran capacidad para usar su imaginación creando cuentos o historias, por ejemplo, siga mostrando conductas propias de su edad, como expresarse llorando cuando no encuentra un objeto que busca.

Además, es común pensar que un alumno con altas capacidades tendrá facilidad para obtener buenos resultados escolares, pero si no se les diagnostica y no se les ofrece una educación adaptada para fomentar todo su potencial, en muchas ocasiones pueden acabar fracasando.

Hay que tener en cuenta que algunos peques pueden adquirir ciertos aprendizajes de forma precoz pero no tendrán, a medida que crecen, altas capacidades.

Es importante ofrecer a todos los niños y niñas métodos de aprendizaje que les resulten motivantes, que tengan en cuenta sus necesidades e intereses individuales.

¿Cómo gestionar que nuestro hijo o hija tiene altas capacidades?

Si descubrimos que nuestro hijo o hija tiene altas capacidades, no debemos afrontarlo como un problema. Sabemos que nos supondrá un esfuerzo temporal para adaptar su educación, colaborando familia y escuela para tratar de fomentar todo su potencial.

Se trata de una oportunidad para profundizar más en las necesidades de las personas con altas capacidades, descubrir las suyas propias ydisfrutar compartiendo su aprendizaje.

Como haríamos viendo crecer a cualquier otro hijo o hija, ya que todos tienen sus propias características e intereses individuales.

Si se decide compartirlo con el entorno cercano, será importante tratarlo con naturalidad y trabajando en evitar que se imaginen que el peque tiene que hacer todo perfecto, ya que a nivel social las altas capacidades son aún muy desconocidas.

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