TIPOS DE COMUNICACIÓN

¿Qué es ser pasivo-agresivo y por qué debemos evitarlo?

Existen distintas formas de comunicarnos y según el tipo de comunicación que utilicemos a diario llegaremos a tener relaciones personales más o menos sanas.

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Ser pasivo-agresivo en la comunicación con otra persona solo genera malestar y falta de harmonía y entendimiento. La comunicación es la clave de las relaciones y podemos clasificar los tipos de comunicación en tres:

  • La comunicación asertiva: Se trata de un tipo de comunicación en la que se dice de forma clara, directa y empática lo que uno siente y necesita. Es un tipo de comunicación en el que se tieneN en cuenta las necesidades propias y al mismo tiempo los sentimientos ajenos. La persona que utiliza este tipo de comunicación se prioriza y, además, tiene responsabilidad afectiva con el otro.

    Por ejemplo: si Pepe le dice a María que por favor le ayude con un tema del trabajo, pero María está hasta arriba de tareas le puede decir "Pepe, lo siento, ahora no puedo ayudarte, en un par de horas estaré más desocupada, te aviso para ponernos con ello". En este ejemplo vemos cómo María atiende a sus propias necesidades poniendo un límite a la petición de Pepe y al mismo tiempo tiene en cuenta sus sentimientos a la hora de transmitirle el mensaje.

  • La comunicación pasiva: Se trata de un tipo de comunicación en el que el sujeto no tiene en cuenta sus necesidades y se deja dominar por el otro, siendo excesivamente amable y volviéndose cada vez más transparente y sin identidad. Normalmente quien utiliza este tipo de comunicación tiene un miedo exagerado al abandono, al rechazo y a la crítica. La persona que utiliza este tipo de comunicación poco a poco se va faltando el respeto a sí misma y su autoestima se va mermando cada vez más.

    Siguiendo el ejemplo del apartado anterior, si Pepe le pide a María ayuda con un tema del trabajo, aunque María esté hasta arriba de tareas va a ser incapaz de decirle a Pepe que no, y va a dejar lo suyo de lado para que Pepe esté contento. Las consecuencias de esta respuesta las vivirá ella quedándose más horas en la oficina o enfrentándose a represalias por no tener lo suyo hecho.

  • La comunicación agresiva: Este tipo de comunicación es el contrario al tipo de comunicación pasivo. En este caso la persona que utiliza este tipo de comunicación intenta imponerse y dominar al otro constantemente. Sus relaciones personales se desarrollan en base al miedo que los demás le tienen, pero no sienten aprecio real por el sujeto. Se relaciona de una forma jerárquica siempre por encima de los demás.

    Por ejemplo: si Pepe le pide a María ayuda con un tema del trabajo, pero María está hasta arriba de sus tareas, si ella utiliza una comunicación agresiva lo que va a responderle a Pepe serán insultos, gritos y le hará sentir culpable por haberle pedido ayuda.

Cómo es ser pasivo-agresivo

Ser una persona pasivo-agresiva es ser una persona que se comunica con una mezcla de comunicación pasiva y comunicación agresiva en la que podemos identificar dos fases:

  • Fase pasiva: Se trata de la fase inicial en la que la persona busca evitar al máximo cualquier conflicto y para ello nunca lleva la contraria a nadie, nunca dice que no y siempre muestra su mejor cara, pero una cara fingida, exagerada y sobreprotectora porque no es real. En todo este tiempo la persona va perdiendo energía y se va agotando por tener que dejar a un lado constantemente sus preferencias.
  • Fase explosiva: De tanto aguantar, la persona puede llegar a un punto en el que no aguante más y en vez de poner límites de forma asertiva, como está tan quemada, se expresa de una forma agresiva.

Por ejemplo: si Pepe le pide a María ayuda con temas del trabajo y María está muy ocupada con sus tareas, en una fase inicial de pasividad María va a decirle que sí a Pepe. Sin embargo, a medida que avanzan los minutos y ve que no puede, empieza a rumiar sobre lo egoísta que es Pepe al pedirle eso sabiendo cómo está ella de tareas y empieza a preocuparse por no tener sus tareas listas a tiempo. Por todo ello, acaba por no hacer lo que Pepe le pidió.

Sin embargo, en vez de decirle claramente a Pepe que no lo va a hacer, no le dice nada y cuando Pepe va a buscar lo que le ha pedido no lo tiene y es María quien lo regaña por esperar que ella tuviera sus cosas hechas cuando no tenía ni sus propias tareas acabadas.

El resultado es una comunicación ambivalente que genera mucha pérdida de tiempo a nivel práctico y mucho desgaste en la relación a nivel emocional.

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