SALUD HORMONAL
Moco cervical y salud hormonal: cómo identificarlo y qué significa
Puede que nunca te hayas parado a observarlo, pero el moco cervical tiene mucho que decir sobre tu salud. Esta secreción natural —que forma parte del flujo vaginal— puede darte pistas valiosas sobre tu ciclo menstrual, tus hormonas o incluso ayudarte a detectar si algo no va bien. Aprender a interpretarlo es una forma sencilla y potente de conocerte mejor.

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Tu cuerpo te da muchas pistas sobre cómo funcionan tus hormonas. Una de las más claras —aunque poco conocidas— es el moco cervical. Sí, suena raro, pero espera: esta sustancia que aparece (y cambia) a lo largo del ciclo menstrual tiene mucha más información de la que imaginas.
La biotecnóloga, nutricionista y divulgadora de salud hormonal Puri Alcalá lo explica claro: "Es una secreción producida por las criptas del cuello uterino que aparece cuando los niveles de estrógenos son elevados". ¿Y para qué sirve? Pues principalmente para que los espermatozoides lleguen al óvulo, ofreciéndoles sustento y un medio por el que nadar. Aunque también para que tú puedas saber si estás ovulando, si tus hormonas están en equilibrio e incluso aprender a identificar tus fases del ciclo sin necesidad de apps. Algo que parecía un detalle sin importancia y puede llegar a decirte mucho sobre tu salud hormonal.
Asimismo, la ginecóloga, obstetra y divulgadora Miriam Al Adib lanza un mensaje de tranquilidad: "El moco cervical cambia a lo largo del ciclo y da mucha información, observarlo puede ser una herramienta útil de autoconocimiento, pero hay que evitar obsesionarse. No se trata de analizar cada mes buscando la perfección del flujo".
Flujo vaginal y moco cervical
En ese sentido, Al Adib insiste en la importancia de diferenciar conceptos. "El flujo vaginal contiene moco cervical, sí, pero no es lo mismo", aclara. "El flujo está compuesto también por un trasudado de plasma que atraviesa la pared vaginal, secreciones de las glándulas vestibulares —ubicadas en la entrada de la vagina— y restos celulares". Esta mezcla de componentes forma el entorno natural y saludable de la vagina, y cualquier alteración en su color, textura u olor puede ser una señal.
Por eso, Al Adib subraya que, mientras el moco cervical nos da información muy concreta y puntual —principalmente relacionada con la ovulación y los niveles de estrógenos—, el flujo vaginal nos da más pistas sobre nuestra salud íntima. Cambios inesperados en el flujo, como que se vuelva verdoso, espumoso, excesivamente acuoso o con mal olor, pueden estar indicando una infección, un desequilibrio en la microbiota o incluso una patología que requiere atención médica.
El moco cervical a lo largo del ciclo menstrual
Después de la menstruación, lo más habitual es que no haya moco cervical. A medida que el ciclo avanza y los folículos del ovario comienzan a producir estrógenos, el cuerpo empieza a mostrar señales. El moco aparece con diferentes formas: puede ser más denso, cremoso o grumoso al principio, y volverse más elástico, transparente y resbaladizo a medida que la ovulación se acerca. Ese moco tipo "clara de huevo" que muchas mujeres reconocen con facilidad indica niveles altos de estrógenos y un momento de máxima fertilidad. No todas las mujeres pasan por todos los tipos, ni siguen un orden exacto, pero la presencia de moco es siempre un indicativo de que hay actividad hormonal.
Ahora bien, ¿qué ocurre si nunca se observa ese moco elástico o si aparece muy poco tiempo? Según explica Alcalá, eso puede indicar que los niveles de estrógenos son bajos o que las criptas responsables de producir este moco están dañadas o inactivas. Del mismo modo, si el moco tipo fértil aparece durante más de cinco días o incluso después de la ovulación, podría ser señal de un exceso de estrógenos o una dominancia estrogénica.
Cuidar tu moco cervical y salud hormonal
El uso prolongado de anticonceptivos hormonales es una de las causas más comunes que pueden alterar el moco cervical. Estos métodos no solo suprimen la ovulación, sino que también reducen —e incluso detienen— la producción de este tipo de secreción. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, tras dejar los anticonceptivos, el cuerpo retoma su producción de forma natural. Sin embargo, después de muchos años de uso continuado, puede provocar algunas alteraciones. También influyen infecciones vaginales recurrentes, ciertas intervenciones quirúrgicas, partos o el uso de determinados medicamentos.
Para muchas mujeres, observar el moco cervical puede llegar a ser una herramienta muy útil para conocer mejor su cuerpo. No hacen falta tests, apps ni dispositivos: basta con prestar atención a la textura y la evolución del flujo a lo largo del ciclo. Tal y como señala Puri Alcalá, si se combina esta observación con el registro de la temperatura basal, se puede obtener una imagen bastante precisa del estado hormonal y del momento exacto del ciclo en el que se encuentra cada una. Una forma sencilla, accesible y muy poderosa de entender nuestra salud.

Autoconocernos, pero sin obsesión
El autoconocimiento es una herramienta poderosa, así lo recuerda la ginecóloga y divulgadora Miriam Al Adib, quien asegura encontrar en sus consultas mucho desconocimiento sobre salud sexual y reproductiva femenina. No solo en lo que respecta al moco cervical, aclara, sino en general. La biotecnóloga y experta en salud hormonal Puri Alcalá, biotecnóloga coincide: "Muchas mujeres no saben interpretar las señales que les da su cuerpo, hemos vivido totalmente desconectadas de nuestro ciclo menstrual".
Eso sí, Al Adib también advierte del riesgo de irse al extremo contrario: la obsesión. Hay que evitar caer en una vigilancia excesiva del flujo vaginal: su textura, su color, su cantidad… Esa búsqueda de una perfección puede acabar generando ansiedad y desconexión con nuestro cuerpo. La clave, insiste Al Adib, está en el equilibrio: observarnos con curiosidad, sin miedo y sin juicio, como una forma de conocernos mejor, no de controlarnos más.
Y es, a veces, basta con mirar hacia dentro (o más bien, hacia abajo) para empezar a entendernos mejor. Eso sí, si algo no encaja o tienes dudas, lo mejor siempre será contar con la mirada experta de un profesional.
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