CÓMO COGER FUERZAS

¿Qué puede comer un paciente con cáncer? Lo que dice la ciencia (y no los gurús)

Durante un cáncer es clave alimentarse bien, pero no para curarlo, sino para sobrellevar mejor el tratamiento. La dieta no sustituye a la quimio: te contamos qué sí ayuda y qué bulos debes dejar de creer.

Mujer con cáncer comiendo una ensalada

Mujer con cáncer comiendo una ensaladaFreepik

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Cuando a alguien le diagnostican cáncer, el mundo se detiene. Las prioridades cambian, el miedo se cuela en cada conversación y, de repente, empiezan a llegar mensajes de WhatsApp y artículos de internet con promesas milagrosas:

  • "¡Cura tu cáncer con zumo de noséqué!"
  • "¡La dieta alcalina lo soluciona todo!"

ALTO. Frena. Respira.

Hoy quiero hablarte con toda la claridad del mundo: el cáncer NO se cura con alimentos. Ni con brócoli, ni con cúrcuma, ni dejando de comer azúcar. El cáncer se trata con medicina basada en evidencia: cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia… lo que tu oncólogo decida contigo.

¿Quiere decir esto que la alimentación no importa? ¡Para nada! Importa, y mucho. No para curar, sino para ayudarte a sobrellevar el tratamiento y cuidar tu cuerpo durante todo el proceso.

Comer bien para recuperar fuerzas

Los tratamientos oncológicos son duros. Pueden producir náuseas, vómitos, pérdida de apetito, alteraciones en el gusto, sequedad en la boca, diarrea o estreñimiento. Tu cuerpo está trabajando a destajo, y necesita nutrientes de calidad para mantener el peso, la masa muscular y la energía.

¿El objetivo? Evitar la malnutrición, porque una persona bien nutrida tolera mejor la quimio, se recupera antes de los ciclos y reduce el riesgo de infecciones.

¿Qué dice la ciencia?

Los estudios son claros: una dieta variada y equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas de calidad y grasas saludables, no cura el cáncer, pero sí mejora la calidad de vida.

No hay superalimentos mágicos. No hay dietas "anticáncer" que sustituyan el tratamiento. Hay ciencia, y hay sentido común. Por favor, no hagáis caso a señoras que escriben libros diciendo que se han curado el cáncer comiendo no sé qué, va nuestra vida en ello.

Proteínas: tus mejores aliadas

Durante la quimio, tu cuerpo puede entrar en un estado catabólico, es decir, gastar más de lo que ingiere. Las proteínas son fundamentales para reparar tejidos, mantener defensas y evitar lasarcopenia (pérdida de músculo). ¿Dónde encontrarlas? En pescado, carne magra, huevos, legumbres y lácteos.

Si te cuesta comer, el oncólogo o el nutricionista pueden recomendar suplementos proteicos.

Carne con verduras de acompañamiento
Carne con verduras de acompañamiento | Freepik

Frutas y verduras: vitaminas sin mitos

Aportan vitaminas, minerales y antioxidantes que ayudan a proteger tus células. Pero ojo: no se trata de atiborrarse de batidos verdes como si fueran pociones mágicas. Un exceso de antioxidantes en suplemento puede incluso interferir con algunos tratamientos.

Conclusión: come frutas y verduras variadas, de todos los colores.

Caja de frutas y verduras
Caja de frutas y verduras | Pexels

Grasas saludables: energía concentrada

El aceite de oliva virgen extra, el aguacate, los frutos secos o el pescado azul aportan grasas buenas que dan energía sin inflamar el organismo.

Y sí, puedes tomarlos, aunque estés en tratamiento. No, no alimentan al cáncer. El cáncer no se alimenta "solo de azúcar" ni "solo de grasa". Necesita energía igual que tus células, y no puedes dejar de comer por miedo.

AOVE
AOVE | Pexels

Mantener el peso: ni dieta extrema ni ayuno raro

Uno de los mayores peligros en pacientes oncológicos es la caquexia, una pérdida de peso y masa muscular que afecta al pronóstico. Por eso, olvida la idea de hacer dietas restrictivas durante el tratamiento. Ahora no toca "ponerse a dieta", toca nutrirse.

Ni dietas alcalinas, ni detox, ni ayunos milagrosos. Lo siento por el gurú de turno de Instagram, pero tu cuerpo no necesita "limpiarse de toxinas"; necesita energía y nutrientes para soportar la quimio.

¿Y los mitos más repetidos?

"El azúcar alimenta al cáncer"

Mentira a medias. Todas las células usan glucosa, también las sanas. Si eliminas toda la glucosa, eliminas tu vida, no el cáncer. (Mira, si te quieres comer un helado, pues te lo comes. Y ya está, todavía faltaba).

"Tienes que alcalinizar tu cuerpo"

No se puede. Tu cuerpo mantiene el pH en rangos muy estrechos. Si fuera tan fácil cambiarlo con zumos, estarías ingresado en el súper, no la UCI.

"Toma megadosis de vitamina C y se irá"

Tampoco. La vitamina C es importante, pero en su justa medida. "Megadosis" sin control pueden causar problemas renales o interferir con fármacos.

Pide ayuda profesional

No tienes por qué pasar por esto solo ni inventar recetas en Google. Pide cita con el equipo de nutrición de tu hospital. Ellos ajustarán tu dieta a tus síntomas: te darán opciones si tienes náuseas, recomendaciones si hay diarrea o trucos si notas la boca seca.

La alimentación durante el tratamiento es parte de tu cuidado integral, no un extra opcional.

Paciente con cáncer
Paciente con cáncer | iStock

El papel de la familia y amigos

Si acompañas a alguien con cáncer, ayúdale a comer bien sin agobiarlo. Cocina platos fáciles de digerir, ofrece pequeñas porciones varias veces al día, haz que la comida sea un momento agradable.

Y, por favor, no le lleves la última pseudoterapia que has visto en redes. Eso no ayuda.

Resumen para llevar

  • La mejor alimentación en tratamientos oncológicos es aquella que te da energía, proteínas, vitaminas y grasas saludables, adaptada a tus síntomas y avalada por profesionales.
  • No cura el cáncer, pero ayuda a pelear mejor.
  • Lo que sí cura es la medicina basada en evidencia. Así que deja los milagros para las películas de superhéroes y apuesta por algo que sí funciona: buena alimentación, buenos médicos y mucho cariño alrededor.

Porque en la lucha contra el cáncer, no necesitamos milagros: necesitamos ciencia.

(Recomiendo el libro: Dieta y cáncer del Nutricionista Julio Basulto donde de verdad encontramos evidencia)

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