¿ME LO COMPRAS?

Niños caprichosos: Estrategias para evitar que quieran comprar siempre cosas

Es natural que como padres nos preocupemos por inculcar valores sólidos y evitar que nuestros hijos se vuelvan caprichosos. En este artículo, te presentamos algunas estrategias para manejar este desafío y fomentar una relación más saludable con el consumo.

Niña con sus padres en una tienda de juguetes

Niña con sus padres en una tienda de juguetesiStock

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En el mundo actual, donde la publicidad y la influencia del entorno tienen un gran impacto en los niños, es común que los pequeños expresen deseos constantes de comprar cosas. En la mayoría de ocasiones ceder y comprar lo que nos piden no es lo más recomendable. Hay estrategias que puedes poner en práctica para lidiar mejor estas situaciones.

Comunicación abierta y empatía

Escuchemos sin juzgar y abramos un espacio seguro donde nuestros hijos puedan expresar sus deseos. Escuchar sus motivaciones nos ayudará a comprender mejor las necesidades emocionales que hay detrás de esos deseos.

Preguntemos curiosa y genuinamente, en lugar de solo decir "no". Indaguemos por qué quieren ese artículo en particular porque ese interés fomentará la conexión y la autoconciencia en torno a sus elecciones.

Enseñanza de valores

Hablar con nuestros hijos sobre lo que es realmente importante en la vida, como la familia, la amistad y las experiencias significativas. Vamos a ayudarles a entender que la felicidad no depende de las posesiones materiales.

Además, modelar con el ejemplo es clave, puesto que los niños aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan. Demostremos nuestro propio enfoque responsable hacia las compras y el consumo, sirviendo como un ejemplo positivo para ellos.

Enfocarnos en experiencias

En lugar de centrarnos en cosas materiales, vamos a invertir tiempo y energía en la creación de experiencias memorables en familia. Esto ayudará a los niños a valorar más las vivencias que los objetos

¿Cómo lo podemos hacer? Dando más validez a las recompensas no materiales. Ofrezcamos a cambio tiempo de juego juntos, una tarde en el parque o una actividad especial que ellos elijan.

Participación activa

Ayudemos a nuestros hijos a distinguir entre deseos y necesidades básicas. Expliquemos que es natural que muchas veces quieran cosas, pero que es importante priorizar y satisfacer primero las necesidades esenciales.

Que ellos se involucren cuando estamos haciendo las compras será otra forma de ir entrenándolos para que puedan tomar buenas decisiones. Podemos pedirles su opinión sobre lo que creen que necesitan y que nos expliquen los porqués.

Para esto, es importante que consideremos otorgarles una paga regular. Esto les dará la oportunidad de administrar su propio dinero y tomar decisiones sobre cómo gastarlo. La paga puede ser una herramienta educativa valiosa para enseñarles la administración financiera y cómo poder ahorrar para cosas que realmente importan.

Practicar la gratitud

Creemos un ritual diario o semanal donde todos los miembros de la familia compartamos algo por lo que estamos agradecidos. Esto fomentará una mentalidad de gratitud y aprecio por lo que tenemos.

En resumen, enseñar a nuestros niños a tener una relación saludable con el consumo es una inversión en su futuro. Al utilizar estrategias de crianza respetuosa, podemos guiarlos hacia una comprensión más profunda con sus deseos, valores y la importancia de las experiencias significativas.

Recuerda que la paciencia, la empatía y la comunicación sobre estos temas son las claves para fortalecer esta relación y fomentar valores sólidos en tus hijos.

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