AFECTAN A LOS MENORES DE UN AÑO
Hemangiomas fresa en los bebés, ¿qué son estos bultos rojos en la piel?
Durante los primeros meses de vida, algunos bebés desarrollan pequeñas marcas rojas en la piel que, a menudo, preocupan a los padres por su aspecto llamativo. La preocupación puede ser mayor si se localizan en zonas antiestéticas como la cara o las manos.

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Estas lesiones conocidas comúnmente como angiomas en fresa por su color intenso y su textura elevada, son en realidad tumores benignos comunes en la infancia. Suelen ser inofensivos, tienden a desaparecer de forma natural con el tiempo y su aparición genera dudas e inquietudes sobre su evolución, tratamiento y posibles complicaciones.
En este artículo os voy a contar qué son los angiomas en fresa, por qué aparecen y cuándo se deben tratar.
¿Qué son los angiomas en fresa?
Los hemangiomas infantiles son tumores benignos producidos por el crecimiento desmesurado de unas células que se encuentran en los vasos sanguíneos. Afectan principalmente a niños menores de un año (entre el 4-10%) y aproximadamente un 12% de ellos requerirán algún tipo de tratamiento. Estos angiomas son más frecuentes en niños de raza blanca y sexo femenino y además son más probables en niños prematuros o de bajo peso al nacimiento. Pueden estar ahí desde que nacen o formarse a las pocas semanas o meses de vida. La localización más frecuente de estos tumores son el cuello y la cara, lo que genera mayor preocupación por las secuelas estéticas que pueden tener.
Los angiomas en fresa suelen ser superficiales, es decir, afectan a la capa más superficial de la piel y su apariencia es una mancha roja brillante de diferente tamaño, cuya superficie es gomosa o abultada como el de una fresa. A veces estos angiomas empiezan como una pequeña mancha blanca en la piel que rápidamente cambia y se convierte en una lesión roja y abultada.

Cuando el hemangioma se produce en una zona más profunda de la piel, no se observa la típica mancha fresa, sino más bien una región blanda, abultada y de tonalidad azulada que también va a crecer de forma considerable durante los primeros meses de vida.
Por regla general, los hemangiomas tienen 3 fases en su evolución: una fase proliferativa en la que la lesión al principio crece de forma rápida, una fase de estabilidad y una fase involutiva en la que, independientemente de que se inicie o no tratamiento, la lesión se aclara de color y disminuye de tamaño.
Estos angiomas en fresa suelen alcanzar su máximo tamaño alrededor de los 9 meses y a partir de ahí suelen mejorar lentamente volviéndose menos rojo y más plano progresivamente hasta desaparecer por completo. El 70% alcanza la involución completa a los 7 años.
Si suelen desaparecer solos, ¿cuándo se tratan los angiomas en fresa?
Puesto que tienden a desaparecer con el tiempo y son benignos, la opción de tratar depende de la indicación médica y del deseo de los padres, pero existen algunos casos en los que el tratamiento sí que se aconseja para frenar el crecimiento del angioma o prevenir sus secuelas.
Estos casos son:
- Si el angioma es grande, está localizado en zonas estéticamente importantes (como la cara) o se complica con ulceraciones, sangrados…
- Si el niño tiene numerosos hemangiomas por el cuerpo
- Si el angioma afecta a zonas funcionales de la cara como los párpados (donde pueden dificultar la visión) o la zona peribucal (donde pueden dificultad la alimentación)
- Los angiomas localizados en la zona perianal o genital tienden más a la ulceración y pueden producir más molestias.
¿Cómo se tratan los hemangiomas en fresa?
Estas tumoraciones benignas se tratan mediante el uso de betabloqueantes (propanolol y timolol) que se pueden usar de forma oral (jarabe) durante meses en la fase de proliferación o en forma tópica (directamente en la piel) aunque de esta forma son un poco menos efectivos. El tratamiento con propranolol no está exento de efectos secundarios como la hipotensión y la hipoglucemia por lo que antes de iniciarlo se debe valorar el beneficio-riesgo del tratamiento. Este tratamiento se debe iniciar antes de los 3 meses de vida para que sea efectivo.
El tratamiento con láser dermatológico está indicado en los casos de ulceración importante del hemangioma, ya que ayuda a reducir el dolor, la inflamación y acelerar la cicatrización. También se usa cuando, tras la involución natural o tras el tratamiento con propranolol, queda una marca o un enrojecimiento residual, ya que puede mejorar el aspecto estético.

En resumen, mantener una comunicación cercana con el pediatra y contar con una información clara y actualizada ayudará a tomar decisiones informadas y tranquilas acerca del tratamiento de estos hemangiomas. Recordemos que, más allá del aspecto visual, lo más importante siempre es el bienestar del niño.
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