Cómo saber si te baja la tensión o el azúcar y qué hacer en cada caso

Vivimos en un mundo lleno de demandas y ritmo acelerado, y a veces nuestro cuerpo nos envía señales para recordarnos que necesita atención. Dos de esas señales comunes son las bajadas de tensión y los niveles bajos de azúcar en la sangre, dos afectaciones a veces difíciles de diferenciar, lo que nos confunde a la hora de actuar y ponerles remedio.

En este artículo, exploraremos cómo reconocer estos síntomas y qué hacer en cada caso para mantenernos saludables y en equilibrio.

Bajas de tensión arterial

La tensión arterial baja, también conocida como hipotensión, puede provocar mareos, debilidad y fatiga. Es importante estar atentos a las señales que nos envía nuestro cuerpo. Algunos indicadores de una baja de tensión incluyen, según la Clínica Mayo de Estados Unidos:

1. Mareos o sensación de desmayo: Si te sientes mareado o experimentas la sensación de que te vas a desmayar, es posible que tu tensión arterial esté en niveles bajos.

2. Fatiga excesiva: La hipotensión a menudo se manifiesta con una sensación extrema de cansancio, incluso después de períodos cortos de actividad.

3. Visión borrosa: La falta de flujo sanguíneo adecuado al cerebro puede afectar la visión, provocando borrosidad o visión nublada.

4. Náuseas o vómitos: En algunos casos, la baja de tensión puede ir acompañada de síntomas gastrointestinales como náuseas o vómitos.

¿Qué hacer ante una bajada de tensión?

Cuando experimentas síntomas de baja de tensión, es crucial tomar medidas rápidas para estabilizar tu cuerpo. Aquí hay algunas acciones que los expertos en salud recomiendan llevar a cabo:

1. Hidratarse: La deshidratación puede contribuir a la baja de tensión. Asegúrate de estar bien hidratado bebiendo agua regularmente.

2. Elevar las piernas: Acostarte y elevar las piernas por encima del nivel del corazón puede ayudar a mejorar el flujo sanguíneo hacia el cerebro.

3. Comer en pequeñas porciones: Consumir comidas pequeñas y frecuentes en lugar de comidas abundantes puede ayudar a mantener una presión arterial más estable.

4. Evitar el calor: Las altas temperaturas pueden empeorar la hipotensión. Evita permanecer mucho tiempo en lugares calurosos y toma medidas para mantenerte fresco.

Niveles bajos de azúcar en sangre

La hipoglucemia, o bajos niveles de azúcar en la sangre, es un problema común, especialmente para aquellos con diabetes. Los síntomas pueden variar, pero algunos signos comunes que recoge el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Renales estadounidense son:

1. Sudoración excesiva: Sentirte repentinamente sudoroso o húmedo, incluso cuando hace frío, puede ser un indicador de bajos niveles de azúcar en la sangre.

2. Temblor: Los temblores incontrolables, especialmente en las manos, son un síntoma frecuente de hipoglucemia.

3. Confusión o dificultad para concentrarse: La falta de azúcar afecta directamente la función cerebral, lo que puede provocar confusión o dificultad para concentrarse.

4. Hambre repentina: Un hambre intensa y repentina, incluso después de haber comido recientemente, puede indicar una baja de azúcar en la sangre.

¿Cómo actuar frente a niveles bajos de azúcar?

Cuando experimentas síntomas de hipoglucemia, puedes tomar algunas medidas para restablecer los niveles de azúcar en tu cuerpo:

1. Consumir rápidamente azúcar: Beber un vaso de zumo de naranja, comer caramelos o tomar pastillas de glucosa son formas efectivas de elevar rápidamente los niveles de azúcar en sangre.

2. Ingerir carbohidratos de liberación lenta: Después de elevar rápidamente los niveles de azúcar, es beneficioso consumir carbohidratos de liberación lenta, como pan integral o frutas, para mantener los niveles estables.

3. Monitorear regularmente: En el caso personas diabéticas, se deben monitorear sus niveles de azúcar regularmente y ajustar su tratamiento según las indicaciones de su médico.

4. Informar a personas cercanas: Si eres propenso a la hipoglucemia, es esencial que tus amigos y familiares cercanos estén informados sobre cómo actuar en caso de emergencia.

Si experimentas estos síntomas de manera recurrente, es importante buscar la orientación de un profesional de la salud para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. Saber actuar en un primer momento es fundamental, pero no debemos olvidar que cada persona es única y solo un médico sabrá qué es necesario en cada caso.

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