¡Sí se puede!
Cómo recuperar tu identidad después de ser madre
“Y yo, ¿dónde estoy?” seguro que después de ser madre te has hecho esta pregunta más de una vez. No físicamente, que a veces también, sino más bien de manera “¿qué queda de mí?”. Y es que después de nueve meses de embarazo, el parto y el cambio de vida tu yo se ha quedado al fondo de esa montaña de ropa sucia que se acumula semana tras semana.
Publicidad
¿Es posible evitar que esto ocurra y seguir siendo nosotras mismas sin caer en la culpabilidad?
La vida se ha vuelto un pelín complicada de repente y hay demasiadas cosas en las que pensar y hacer como para pararnos a reflexionar si, dentro de todo este maremagnum que es la maternidad, tú sigues siendo tú o te has convertido en una versión descafeinada y un poco zombie de ti misma.
Eli Soler, psicóloga juvenil y familiar especializada en educación sexual y autora del bog Neuras de Madre, afirma que, “Cuando nos convertimos en madres nuestros hijos pasan a ser nuestra prioridad, nos ocupamos de su cuidado y su bienestar, pero no hay que dejar de ocuparnos de nosotras mismas. Somos madres, pero antes que madres somos personas, mujeres”. Y es que parece fácil, pero ¿cómo podemos volver a recuperar parte de esa vida? “Los primeros meses son difíciles, pero hay que intentar mantener lo que nos define a nosotras como personas, ya sea un hobby, nuestra carrera profesional, o el deporte, y hacerlo también una prioridad” añade.
La pérdida de identidad personal comienza desde el mismo momento en el que notificamos que estamos embarazadas o ¿a quién no le ha pasado que desde ese preciso instante se siente como una niña a la que todo el mundo aconseja y dictamina lo que es bueno o no para ella? “El embarazo es un cóctel de hormonas y la mayoría de las veces esos consejos no pedidos no hacen más que hacernos sentir más inseguras con nosotras mismas. Es bueno informarse, pero siguiendo nuestros propios instintos y escuchando menos a las opiniones ajenas. Y, sobre todo, si el embarazo es en pareja, hay que ponerse de acuerdo en los principales aspectos de crianza para apoyarse el uno al otro. Criar en equipo es fundamental” aconseja en esos casos Soler.
Mommy time
Ser madres nos repercute en todos los aspectos de nuestras vidas, pero si hay algo en lo que más lo notamos es en el tiempo libre. Ese tiempo libre que usamos para hacer lo que más nos gusta, darnos un momento para nosotras ya no tiene el mismo fin y “eso no es bueno, ya que si dejamos que el rol de madre absorba todo nuestro tiempo quedamos anuladas como personas” señala la psicóloga. Es cierto que hay que ser realistas y no podemos pretender tener todo el tiempo que teníamos antes de ser madres, pero no debemos renunciar a mantener un espacio propio ni que todas las tareas de cuidado recaigan en nosotras. Es lo que se llama mommy time o tiempo para mamá que para la experta es “indispensable”. “Es lo que hace que no perdamos nuestra propia identidad. Aunque sea difícil, hay que buscar esos momentos”.
Y si no tenemos tiempo para los hobbies ya ni hablamos de la vida íntima. En muchas parejas las relaciones eróticas y los momentos de intimidad a solas o en compañía quedan totalmente relegados a un segundo plano. Marcamos otras prioridades pensando que ese es el equilibrio necesario olvidándonos de que sin este aspecto satisfecho de una forma sana el equilibrio no es posible. “Es muy fácil descuidar la pareja y dejarse llevar por la rutina. Por eso hay que buscar algún momento de ser solo pareja y ponerlo como prioridad, como hablar en la cama abrazados antes de ir a dormir, comer juntos mientras hacen la siesta, o buscar un canguro una vez al mes para salir” aclara Soler.
Las claves de la maternidad sana
Ser madre es difícil, ser mujer sin perderse en la maternidad cuando se tiene hijos una tarea heroica, pero es posible. Siguiendo los consejos de Eli Soler, experta en familias, si tú eres feliz serás una buena madre. No dejes que el hecho de haberte convertido en madre te absorba, para ello sigue manteniendo vivas tus aficiones y deja tiempo para disfrutarlas. No te olvides de que antes de ser madre e incluso antes de tener pareja, eras tú y ese tú tiene que seguir muy vivo para no perderte. Tu esencia es tu característica principal y es lo que te hacer ser tan auténtica, así que no la pierdas y sácala un poco todos los días. Ahora tienes una prioridad más, tus hijos pero “no son la única” también hay que tener otras en las que seamos nosotras la figura principal. Olvídate de la culpabilidad y sé tú misma, sólo así disfrutarás de una maternidad sana sin perder a la figura más importante de tu vida, tú misma.
Publicidad