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Consejos útiles

Cómo convertir un lío en una relación seria

Estás en este punto. Te gusta, le gustas, lo pasáis genial y los días pasan sin que os separéis más que lo justo. ¿Esto no te está oliendo a que ese rollo tan libre que teníais se está convirtiendo en una relación estable?

Pareja

ParejaiStock

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Nos ha pasado a todas. Comenzamos una relación que, aparentemente, no tiene visos de futuro. No buscas nada serio, simplemente pasarlo bien, pero a medida que va pasando el tiempo te das cuenta de que esto ya no es lo que era y ese “lío” que teníais te tiene más enganchada de lo que crees. Ha llegado el momento de preguntarse, ¿quiero convertirlo en una relación seria y estable?.

Antes de lanzarte a la piscina hay que asegurarse de que tenga agua y sea segura, ¿no? Pues antes de mandar ese mensaje, hacer esa llamada o soltarlo en la próxima noche de peli y manta pregúntate qué es lo que quieres y si verdaderamente lo que está pasando indica que las dos partes queréis tener una relación seria. Lola González y Estela Buendía, psicóloga experta en sexualidad y psicóloga y sexóloga respectivamente del Centro Borobil, afirman que “Es precisamente el compromiso con la relación lo que marca la diferencia. Es decir, la voluntad de mantener el vínculo y un sentimiento de responsabilidad al respecto. Para ello, es necesario tomar la decisión de superar las circunstancias temporales y mantener y profundizar en la intimidad”.

Pasar de tener una relación de “fin de semana” a una en la el compromiso sea mayor es un camino, no un paso que se da de la noche a la mañana. Por ello, es recomendable recapacitar sobre los objetivos que tenemos para un futuro próximo. Ver si coincidimos en las perspectivas que tenemos y si nos vemos como pareja en ese supuesta vida que queremos conseguir. Las expertas del centro Borobil hacen hincapié en que a la hora de hacer la propuesta, “Deberíamos proponerlo desde la libertad y la igualdad de ambos, la confianza y el respeto mutuo; y no como fruto del chantaje emocional, el miedo o los celos. Con el objetivo de acompañarnos y apoyarnos mutuamente, conectar emocionalmente y crecer juntos. La relación no resuelve nada, por lo que no debe plantearse como solución a los problemas individuales”.

Sin agobios

Cuando comenzamos a pensar en dar el paso sentimos vértigo y miedo. Queremos soltarlo y que nuestra pareja responda lo que queremos oír. Ese momento puede ser estresante y agobiante para la otra persona, así que no olvides que la comunicación es la clave. “La comunicación asertiva nos ayuda a identificar los deseos y necesidades propias y a expresarlos de manera positiva, teniendo en cuenta y respetando los sentimientos del otro. Desde la asertividad y la empatía, cada persona debe analizar y gestionar los sentimientos que le genera la relación de pareja. En ese sentido, si el otro se agobia yo no debo responsabilizarme de dicho sentimiento. En cambio, puedo preguntarle por dichas emociones, tratar de entenderlas y ofrecer mi ayuda para gestionarlas de manera positiva” comentan González y Buendía. ¿Y si estamos al otro lado? ¡Asertividad! Es la palabra clave. Las relaciones son para disfrutarlas, para crecer junto con otra persona, así que no te agobies ni por un momento. Sé comunicativa y di siempre lo que piensas y sientes, así ningún problema será tan grave como te parece.

Pareja en la playa
Pareja en la playa | iStock

Ventajas vs desventajas

Ya sabemos que estar soltera tiene muchas ventajas, pero ¿a que a veces también te parece que tiene contras? Lo mismo ocurre con una relación estable. Puede parecer aburrido pero, “Nos ofrecen intimidad y compromiso, cubriendo nuestra necesidad de seguridad emocional” afirman las expertas en sexualidad. Además, “Esto quiere decir que nos sentimos apoyadas y queridas de manera incondicional, lo que tiene efectos positivos en nuestra salud integral” añaden. Sin embargo, “las desventajas surgen cuando la pareja no nos está ofreciendo esa seguridad por alguna razón: la relación no es equitativa, no nos estamos comunicando adecuadamente, no está basada en el respeto, etc. En definitiva, los términos concretos en los que se basa la relación, lo que en terapia llamamos el contrato, no está adecuadamente definido, no se está cumpliendo o necesita una revisión” concluyen.

¿Te has parado a pensar en cómo te puede influir sexualmente tener una relación seria y estable? Al pensar en estar con una persona creemos que ya se ha acabado el tiempo de sexo salvaje y disfrute con otras personas, por eso desde Borobil nos recuerdan que “A nivel sexual nos influirá en función de cómo lo hayamos establecido entre ambos miembros. Afortunadamente, estar en una relación estable ya no significa necesariamente que deba haber exclusividad erótica, y se pueden establecer otros acuerdos (poliamor, pareja abierta, etc.). Aun así, por lo general, pasar a una relación estable nos ofrece la oportunidad de explorar eróticamente nuevas prácticas que en los encuentros puntuales no suelen darse pues se tiende a recurrir a aquellas que “creemos” que “tenemos” que hacer cuando mantenemos una relación sexual; léase, el coito”. Por otra parte, “A nivel psicológico, nos ofrece esa seguridad emocional que nos ayuda a mejorar la autoestima, reduce la ansiedad y nos permite profundizar en nuestros propios sentimientos”.

Todo va a cambiar, eso te lo aseguramos. Esto no quiere decir que vaya a ser peor, sino diferente. Esa persona “Pasa a ser nuestra persona de referencia. Aquella a la que acudimos para compartir lo bueno y lo malo que nos ocurre, a la que pedimos cuidado y a la que cuidamos. Las decisiones importantes se comparten con esta persona, que es nuestra figura de apego principal” aclaran.

¡Cuidado con las expectativas!

Hay que ser realistas tanto en las relaciones esporádicas como cuando una relación así se convierte en algo serio. “Buena parte de la ansiedad y frustración aparecen por las expectativas irreales de lo que debe ser una relación y por tratar de “leer” lo que el otro quiere o necesita, actuando en base a esa idea” comentan desde Borobil. Y para evitar esta situación nos aconsejan “Partir de la asertividad. De lo que yo quiero y necesito, de expresárselo al otro y preguntarle por lo que él o ella quiere o necesita. Cada persona es diferente y cada relación también, así que no podemos concluir que lo que nos sirvió o no en otras relaciones va a funcionar en ésta. En definitiva: hablar, preguntar y escuchar”.

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