Tamara Falcó desmiente indignada que vaya a adelgazar 10 kilos para su boda: "Menuda tontería y falta de respeto"

En plena cuenta atrás para su boda, la polémica rodea de nuevo a Tamara Falcó. Poco le ha durado la felicidad tras su viaje a Nueva York para visitar el taller de Carolina Herrera y probarse por primera vez el vestido de novia que lucirá en el día más importante de su vida; el nuevo frente abierto de la marquesa de Griñón, las informaciones que aseguran que va a ingresar en una clínica especializada en pérdida de peso para adelgazar alrededor de 10 kilos antes de dar el 'sí, quiero' a Íñigo Onieva.

Según se ha apuntado públicamente, la hija de Isabel Preysler no estaría demasiado cómoda con el peso que ha cogido en los últimos meses y habría decidido pasar cerca de 20 días en la prestigiosa Clínica Buchinger de Marbella para, con una dieta estricta, que incluye ayunos y alimentación a base de zumos y caldos vegetales- supervisada por profesionales, perder casi una decena de kilos para su boda.

Una información que Tamara ni confirma ni desmiente y a la que ha reaccionado con una sonrisa despreocupada cuando Europa Press le ha preguntado si ya tiene fecha para entrar en el centro de adelgazamiento y si podrá compaginar su ingreso con los preparativos de su enlace y con los viajes pendientes que tiene a Nueva York para probarse su traje de novia.

Sin embargo, la socialité ha roto su silencio sobre este tema en Vanitatis e, indignada, ha desmentido que tenga intención de bajar 10 kilos en poco más de un mes. "El vestido me lo hacen a medida y, por lo tanto, está hecho a mi cuerpo. Menuda tontería y falta de respeto. Yo estoy en mi 'normopeso'", ha afirmado molesta por los titulares que ha acaparado su físico en los últimos días.

Lo que sí es cierto es que pasará unos días en la clínica Buchinger, como ya hizo en agosto de 2022, para someterse a una dieta detox y a tratamientos de belleza, como hacen muchas novias antes de su gran día. Pero nada de perder lo que se ha apuntado en diferentes medios de comunicación: "Para bajar esos kilos tendría que estar un año. Que podría estar más delgada, pues sí; pero, vamos, que lo encuentro todo un poco indignante. Como ya he dicho varias veces, para mí lo importante es el sacramento del matrimonio", ha zanjado en Vanitatis en las que parece que serán las únicas declaraciones sobre un tema que no le ha sentado nada bien y ha visto empañada, una vez más, la ilusión que tiene por su boda con Íñigo.

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