ROSTRO DE PREOCUPACIÓN
Mayte Zaldívar, visiblemente desanimada, define el estado de salud de Julián Muñoz
Julián Muñoz lleva ingresado una semana en una clínica de Málaga desde la recaída en su estado de salud. Mayte Zaldívar, que hace un par de días se mostraba contenta por su mejoría, ahora se ha mostrado afligida.
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El estado de salud de Julián Muñoz parece estar más frágil que nunca desde que el pasado domingo ingresase en un hospital de Marbella en plena lucha contra el cáncer.
Desde entonces, toda su familia ha permanecido a su lado y, aunque a mitad de semana Mayte Zaldívar confesaba que había experimentado una mejoría, parece que este fin de semana ha vuelto a empeorar.
Ha sido la propia Mayte, acompañada de su hija Elia y la pareja de esta, quien preocupaba con sus palabras a la prensa, asegurando que su expareja se encuentra "regular" después de experimentar algunos altibajos.
Ocultando su mirada con gafas de sol, se mostraba muy desanimada por el estado de salud de Julián y comentaba que lo importante es que remonte de este bache: "Comer no es importante ahora".
En cuanto a cómo se encuentra la familia, Mayte contestaba: "Bueno, ahí vamos".
Una imagen que contrastaba con la vista hace un par de días cuando Elia señalaba que "muy poquito a poco va mejorando" y que el exmarido de Isabel Pantoja estaba "un poquito más animado".
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Después era Mayte la que abandonaba la clínica, añadiendo que "esto es una montaña rusa", pero asegurando que Julián "no se va a morir". "Nadie está diciendo que se vaya a morir. Vino un párroco porque es amigo de la familia y nada más. Como en esta familia hay amigos de todo tipo entre ellos hay párrocos también. Y vino su abogado porque aparte de ser su abogado es amigo, pero no hay que alarmarse".
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