Por qué deberías comer fresas como si no hubiera un mañana

- En la Antigua Roma ya se consumían las fresas y eran consideradas un fruto exquisito y exclusivo. Se tomaban en las fiestas organizadas en honor a Adonis porque, al parecer, cuando murió Venus lloró y sus lágrimas, al llegar al suelo, se convirtieron en pequeños corazones rojos, o sea, en fresas. ¡Que romántica es siempre la mitología!

- La fresa es de origen silvestre y solo se da en primavera. Es originaria de América y hasta el siglo XIV no se empezó a cultivar en Europa. Después de varias mezclas se llegó a un híbrido, el que hoy conocemos como fresón. Según la variedad de fresones hoy podemos encontrarlos prácticamente durante todo el año.

- Para conservarlas, es muy recomendable que, después de echar un buen vistazo y descartar las que estén algo "tocadas", las coloquemos en un recipiente plano y amplio para que haya el menos contacto entre ellas y se aireen. Cúbrelas con papel film agujereado y guardarlas en la nevera. Sácalas una hora antes de su consumo para apreciarlas mejor. Eso sí: no les quites el tallo ni las laves hasta que no vayas a consumirlas.

- La fresa está compuesta en su mayoría de agua, hidratos de carbono y fibra y es de los pocos alimentos que mantienen intactas sus propiedades nutricionales cuando se utilizan como ingredientes para alguna receta. Es versátil y válida tanto para platos dulces como salados.

- Se conocen más de mil variedades de fresas y fresones, y pertenecen a la misma familia que las rosas. El fruto está incluido en la rama de las manzanas, los melocotones o las peras.

- La fresa es una de las pocas frutas que se pueden congelar, ya que el frío no las esteriliza, sino que las conserva. Para hacerlo hay que lavarlas primero y secarlas.

- En Bélgica tienen un museo en el cual se rinde homenaje a ellas y en Madrid, desde 1984 se realiza un viaje hasta Aranjuez en el llamado "Tren de la Fresa" donde pueden saborearse en un ambiente de época.

- Las fresas son una fuente de ibuprofeno natural. Así que si eres de los que huye de los medicamentos ¡come fresas!

- Para potenciar su sabor, es ideal macerarla. Puede utilizarse azúcar, zumo, vino, licor o incluso vinagre. Se trata de trocearlas, añadir azúcar hasta cubrirlas (no demasiado) y añadir el líquido elegido, que normalmente compensará el dulzor.

- Y, como seguramente te habrán entrado ganas de comerlas o cocinar con ellas, os dejamos un truco para las manchas: mezcla en una cubeta un cuarto de litro de agua fría, una cucharada de vinagre y un cuarto de cucharada de detergente líquido. Sumerge la prenda unos minutos y frota hasta que la mancha desaparezca.