Echa orégano a la ensalada... ¡que tiene fibra!

La fibra, la fibra. Cada cierto tiempo, un nuevo estudio aparece revelando que sí, que en España se come 'mu' bien, pero que no nos acercamos a los niveles de consumo de fibra de otros países ni de coña. Por ejemplo, en Asia toman mucha más fibra que aquí gracias a la soja y otros milagritos de esos que aceleran el metabolismo.

Sin embargo, hay soluciones tan sencillas para introducir la fibra en nuestra dieta que tendría delito no hacerlo. Una de las más simples es la de la inclusión de hierbas aromáticas y especias en nuestra dieta. El orégano o el tomillo, entre otras, aportan mucha fibra. Aquí os ponemos una relación de las que pueden aportarnos más fibra y os damos pistas de cómo usarlas.

Orégano. Las hojas secas de esta planta poseen un alto contenido en hierro, calcio y en fibra, lo que hace de ella un potente anticancerígeno. A la hora de utilizarla nos vienen a la cabeza inmediatamente platos de pasta y de pizza, pero también podemos utilizarla para rematar una ensalada de tomate. Ojo, porque se puede utilizar incluso para hacer infusiones.

Tomillo. Además de fibra, esta maravilla es una fuente natural de sustancias minerales que le vienen muy bien a nuestro cuerpo, como potasio, magnesio o hierro. También es conocido su valor conservante que lo hace ideal para preparar aliños y salazones que permitan guardar carnes rojas o blancas hasta su consumo. Debido a su fragante olor es un estupendo ingredientes para guisos de carne, de pescado o arroces. Además, se mezcla de miedo con ajo, albahaca y casi cualquier cosa.

Romero. Esta planta contiene un 43% de fibra, lo que la convierte, junto al orégano, en una de las más ricas en dicha sustancia. Se trata de un arbusto con un potente aroma cuyas hojas pueden aprovecharse en la cocina de muchas maneras distintas. Se utiliza mucho en esos guisos de carne al horno que todos nos estamos imaginando, pero también puede aparecer en embutidos curados o en la corteza de quesos, lo que los hace un poquito más saludables.

Canela. Sí, ya habíamos hablado de ella en nuestra lista de alimentos afrodisiacos, pero es que , además, más de la mitad de la composición de la canela es pura fibra. Además posee multitud de vitaminas y es rica en minerales. A la hora de sacarle partido es evidente que en postres funciona siempre, pero también puede servir como aromatizante (usada con moderación, eso sí) en guisos de carne. En el norte de África también se emplea para aromatizar platos de lentejas o de cus-cus.

Eneldo. Ya puedes ir sacándola del fondo de tu cajón de especias. El eneldo es, como no podía ser de otra forma, rico en fibra y también abundante en hierro y vitamina C. Si tienes dudas de cómo utilizarlo, escucha a tus vecinos del norte. Ellos mete eneldo en pescados al horno, hechos al papillote o incluso en salmueras.